Ahora que todo el mundo habla y opina de todo sin cortarse (algo, en principio, sano y síntoma de una sociedad con sus libertades conquistadas, no hay que olvidarlo), no está mal dar un paso más. Y esto pasa por poder hablar y opinar de todo, sí, pero con fundamento. Con datos. Con información. Con cierto conocimiento del tema. Qué menos. Es necesario para saber de qué se habla y no dejarse llevar ni influir por tópicos, por sentencias generalistas u opiniones dictadas en caliente que buscan ser verdades absolutas, "palabras de Dios" a las que decir amén, y que luego resulta que no eran verdad o como lo habían contado.

Ahí está, por ejemplo, el feminismo y todo lo que gira a su alrededor en la actualidad, que da para mucho. Para los que quieran hablar de ello, opinar, marcarse y posicionarse con conocimiento de causa ha llegado a las librerías un completo, podría llamarse, manual: La caja de Las Rebeldes. Está recién editado por La Caja Books (Valencia) y como su nombre indica es una caja que contiene tres libros, en este caso dedicados a la rebeldía femenina, a las mujeres y su evolución y posición en la sociedad.

Esta caja morada de Las Rebeldes contiene lo necesario para entrar en la materia: un diccionario, un ensayo histórico y un relato. El primero corre a cuenta de la escritora Aixa de la Cruz (Bilbao, 1988), empeñada en dejar claro que las cosas no significan muchas veces lo que pone en el diccionario, sino algo muy distinto bien por imperativos sociales, culturales, económicos o, cómo no, de sexo. La editora June Fernández prologa este curioso Diccionario en guerra con 27 palabras cuya descripción son 27 pequeños ensayos sobre asuntos tan variopintos como ir al ginecólogo, el lesbianismo, los western o los zombies, todos abordados con cierta ironía y desde una visión feminista, sin faltar en algunos momentos la autocrítica. Un trabajo que permitirá entender que el feminismo "no es tendencia: es memoria, es patchwork", dice Fernández, que anima a abordar un libro que es "un puente entre distintas generaciones".

Esto último enlaza con la segunda obra de la caja,El regreso de las modernas, a cuenta de la catedrática experta en estudios de género Nuria Capdevila-Argüelles (León, 1972), entregada en su ensayo a rescatar a las mujeres que mucho antes que las jóvenes millennials o las aguerridas feministas de los años 70 ya se abrieron camino en un mundo cerrado y hostil a su sexo. Por las páginas de El regreso de las modernas desfilan las "sinsombrero", pioneras hace un siglo en España, maltratadas por la historia y arrinconadas en los estudios literarios, pero que están ahí y deben recuperarse ("salir del armario") en la actualidad para entender mejor lo que pasa. "Tantas fueron. Tantas por descubrir. Porque si algo ignorábamos es que en aquel pasado estaba contenido nuestro futuro", resume en el prólogo Elvira Lindo.

La caja se completa con Nadia, Claudia, Raphaëlle, tres historias sobre tres chicas de Afganistán, Argentina y Francia con experiencias vitales de lucha y rebeldía contra lo que les tenía deparado el destino: la primera se disfrazó de hombre para trabajar; la segunda pasó lo suyo tras ser robada en la dictadura militar; la tercera relata su experiencia transexual. Las tres a buen seguro se identificarían con los postulados de la feminista afroamericana Audre Lorde, cuya figura de alguna forma podría identificarse con las paredes de la caja que guardan y custodian esta trilogía de Las Rebeldes.

Pues lo dicho. ¿Hablar y opinar de feminismo o de lo que sea? Lo primero, documentarse. Abrir las páginas de los libros y sumergirse en un mar de datos, de ideas, de conceptos. Por supuesto, se puede estar o no de acuerdo, disentir de lo que dicen los autores.