El vicepresidente tercero y consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Seguridad del Cabildo de Tenerife, José Antonio Valbuena (PSOE), confía en que el barranco de Masca "se pueda reabrir este verano". Inicialmente estaba previsto que las obras terminaran entre marzo y abril de este año, pero las dificultades de estos trabajos en la complicada orografía del barranco retrasarán al menos unos meses su finalización.

"Las obras de consolidación están dando un poco más de lata de la prevista inicialmente, sobre todo por el traslado de los materiales -detalló Valbuena-. Ahora queremos iniciar también las obras del embarcadero, después de que Costas nos autorice, y seguimos con la idea de abrirlo este verano, si todo va bien y no hay inconvenientes".

El consejero insular detalló que el proyecto ha incluido la elección y adecuación de varios puntos de rescate de personas en el barranco, que se han definido con los técnicos y los pilotos de los helicópteros como "los espacios más seguros para intervenir".

En septiembre de 2018, el Cabildo de Tenerife adjudicó a Tragsa la ejecución de las obras de adecuación de los senderos del barranco y la mejora de la seguridad por casi un millón de euros. Estos trabajos tenían un plazo de ejecución de seis meses, pero ese límite se cumple este mes y la finalización se retrasará al menos unos tres meses más.

El barranco tendrá un puesto permanente de Cruz Roja, "que servirá para atender también a los vecinos del caserío"; un servicio de vigilancia, y unos sistemas de mantenimiento del sendero.

Respecto a la regulación del acceso al barranco, Valbuena explicó que "ya se han elaborado los primeros borradores, con aportaciones de los ayuntamientos, que se someterán a un proceso de consulta más amplio con otros sectores".

Esos borradores prevén la previsión de que el barranco sólo pueda recorrerse en visitas guiadas y que los visitantes que acudan a la zona "estén obligados a llegar en transporte público a Masca".