La serie de juicios centrados en la operación Chalupa comienza hoy con una pieza separada, a la espera de que el grueso de las vistas se desarrolle entre abril y mayo. Se abordará una pieza separada que tiene que ver con la incautación en las casas de varios detenidos de medicinas prohibidas en España y de anabolizantes, introducidos ilegalmente en el país. Pero será a finales de abril y principios de mayo cuando se celebren las vistas relacionadas con fondo de la operación: la existencia de mafias que actuaban desde Marruecos y contactaban con personas de la Isla para traer hachís en barcos.

La Fiscalía pide penas de cárcel para los 25 investigados que suman más de 400 años y los 50 millones de euros en multas. La operación Chalupa surge de datos recibidos en el 2012 por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de Tenerife de la Guardia Civil. Esa información apuntaba a que varios imputados, residentes en San Andrés, eran contratados por grupos de Marruecos para introducir hachís en barcos. El Ministerio Público mantiene que los detenidos contaban con dispositivos, estructura, capacidad y medios técnicos suficientes como para transportar cantidades "notorias" de hachís. En la madrugada del 12 de marzo de 2015 la policía frustró la introducción de 20 fardos con 12.000 tabletas de hachís con un peso de casi 600 kilos en Las Teresitas.

Los agentes bloquearon cuentas con casi 33.500 euros. La actuación dio lugar a que dos acusados no pudieran vender la droga, por lo que pactaron su devolución y con este fin concertaron un encuentro en la calle Adán Martín de la capital tinerfeña. En ese momento fueron detenidos con 55 kilos de hachís, cuyo valor hubiese alcanzado los 91.500 euros.

En junio de 2015 las fuerzas de seguridad lograron desmantelar otra operación organizada desde Marruecos.