Ricardo G., conocido como el Pollino, y el resto de su familia organizaron una barbacoa en el exterior de la casa en la que acababan de asesinar a Sandra Capitán, de 26 años, su hija Lucía, de 6, y su pareja, Mehmed el Turco, cuyos cuerpos enterraron en una fosa séptica que cubrieron con cemento.

Según la Fiscalía, que acusa a siete investigados -cinco en prisión provisional- de tres asesinatos, detención ilegal y tenencia ilícita de armas, la familia organizó una barbacoa en el exterior y con música alta para "no levantar sospechas".