La primera ministra británica, Theresa May, insistió hoy en que el acuerdo del "brexit" que ha negociado cumple con el resultado del referéndum de 2016 y se negó a decir si contempla retrasar la importante votación del día 11.

En una entrevista hoy en el programa Today de Radio 4 de la BBC, May reiteró que el acuerdo, que ha recibido numerosas críticas de diputados de varios partidos, es "bueno" y que, de no aprobarse, el país puede caer en un "brexit duro" o, incluso, en la posibilidad de que no se concrete la salida del Reino Unido de la UE.

Al ser preguntada si evaluaba un retraso de la votación, May no contestó abiertamente y se limitó a decir que dialoga con sus colegas para que respalden el pacto con la UE, que, afirmó, pondrá fin al libre movimiento de personas.

El Reino Unido dejará de hacer grandes contribuciones a las arcas comunitarias y no volverá a estar sujeto a la legislación del bloque europeo, subrayó.

En el referéndum del 23 de junio de 2016 los británicos votaron a favor de salir de la UE, pero el acuerdo que May ha negociado con el bloque europeo ha sido rechazado por algunos diputados euroescépticos conservadores y de la oposición, especialmente por el descontento sobre la salvaguarda pensada para evitar una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.

Esa garantía, conocida como "backstop", prevé que el Reino Unido permanezca en la unión aduanera de la UE y que Irlanda del Norte también esté alineada con ciertas normas del mercado único, salvo que Londres y Bruselas presenten una solución alternativa para la frontera o hasta que establezcan una nueva relación comercial.

La Cámara de los Comunes votará el próximo día 11 el acuerdo del "brexit" aprobado el pasado noviembre por los líderes de los 27.