A Beatriz Barrera Vera se la ve muy ilusionada con el puesto institucional que ocupa desde el pasado 1 de agosto: adjunta del Diputado del Común en Igualdad y Violencia de Género. Cargo de nueva creación, destaca que "en estos tres meses ya van 29 quejas y exponencialmente multiplica por cinco o por seis las previsiones". Apuesta de manera decidida por el Proyecto Peppo, que conoció de primera mano en una reciente visita a la localidad madrileña de Parla y que facilita la unión de perros de protección con víctimas de la violencia machista. Ya hay dos canes para ellas en Canarias: uno en Tenerife y otro en un lugar que debe quedar en el anonimato "por obvias razones de seguridad", explica.

Recalca que "se me han quedado grabadas frases de las víctimas cuya protección es lo principal". Una de ellas le confesó: "Acudí a esta herramienta porque ya había dejado de confiar en el sistema. Con varias órdenes de alejamiento de su expareja tuvo que someterse a su agresor porque no le quedaba otro remedio. Ahora se siente segura". Otra, afirma Barrera, me emocionó porque me dijo tras oírme en la radio: "He escuchado su entrevista, Muchas gracias por ser nuestra voz".

La adjunta valora: "La de la violencia es la cara más amarga, pero la igualdad es un campo muy amplio. Existe la idea de la necesidad de la judicialización, pero desde el Diputado podemos poner voz y detectar el problema".

Desde su llegada al cargo, valora que "además de la gestión, ha sido mi objetivo salir a la calle y conocer la problemática de la gente. Y, de manera recíproca, que sepan que existimos. Todas las quejas se han abierto tras hacernos eco de los medios de comunicación".

También ocurre lo mismo en el caso de Peppos. Lo explica: "Me desplacé a Parla porque lo escuché y me parece un recurso interesante. Una herramienta muy útil para ofrecer a las víctimas. Una de ellas hizo una demostración con el perro que me impactó. La idea altruista fue de un empresario que tiene ya 50 perros de protección en España, dos en Canarias. Hace muy poco el Gobierno de Aragón ha asumido el servicio. Y dos ayuntamientos canarios ya han mostrado interés en conocerlo".

Barrera subrayó la condición de "perros de protección, no de seguridad, porque no atacan solo intimidan y disuaden. O sea, protegen a la víctima. Pero carecen de una calificación jurídica entre las medidas de acompañamiento. Nos hemos puesto en contacto también con el Defensor del Pueblo siempre dentro del rigor de un servicio público y sin medallas".

Incide en que "pido la actuación de oficio para que la víctima pueda ir a todas partes con su perro. La gente es solidaria y colabora, pero se hace necesario legislar para crear un modelo seguro y que sea adoptado por esta comunidad como ha ocurrido ya en Aragón".

No quiso terminar sin alabar al Diputado del Común: "Rafael Yanes es un excelente compañero". Y también al entorno: "Somos un equipo. Creo que este ambiente de trabajo y de grupo lo hay en muy pocos sitios. Cada uno en su área sin celos ni protagonismos".

Abogada, experta en derecho comunitario y nacida en Santa Cruz "con la edad que usted crea que debería tener" -el cálculo quedó un poco lejano de la realidad a favor suyo-. Durante seis años fue presidenta de la Zona Especial Canaria (ZEC). Concluyó con una reflexión sobre esta y la igualdad: "Qué tristeza me da cuando el debate pasa por si el presidente es de Tenerife o de Gran Canaria. En mi época, éramos cuatro hombres y tres mujeres, entre estas la presidenta y la vicepresidenta. Ahora son seis hombres y una sola mujer".

Ese "Ángel de la guarda" es el madrileño Ángel Mariscal, fundador de la Asociación Mariscal y diseñador de la idea de unir los perros de protección con las víctimas de la violencia de género. Una de ellas, Raquel, será en breve la tercera canaria en contar con este recurso. Ya se han puesto en contacto y la colaboración fluye.

Ángel recuerda: "Tengo una empresa, Security Dog, que trabaja con perros de seguridad -por ejemplo los que, adiestrados, acuden hace casi diez años al Santiago Bernabéu en los partidos del Real Madrid o ya están listos para el operativo más grande jamás montado, el del próximo River-Boca-. En 2009 se me acercó una mujer en una exhibición en el Ifema y llorando me dijo si podía entrenar a su perro para repeler las agresiones que sufría. Ahí empezó todo".

Mariscal añade que "el instinto de protección está en la naturaleza y no es el de defensa, caza y presa. Solo protegen, no muerden, salvo que te pases de la raya como haría cualquier madre con sus cachorros. Ese es el papel que juega el perro".

Inicialmente, apunta, "la idea era usarlos en el momento crítico de encuentro de víctima y agresor. Los entre cinco y siete minutos en los que se puede accionar el GPS y acude la Policía. Pero los beneficios asistenciales para las mujeres han sido increíbles. Empoderamiento, refuerzo de las relaciones sociales, salir a la calle seguras... Les ha cambiado la vida. Hemos contado con el apoyo de psicólogos y psiquiatras expertos en violencia de género. Uno me dijo: "Ni en siete años de terapia consigues lo que un peppo en siete días".

La financiación del proyecto "ha corrido siempre a cargo de mi empresa. Recientemente, el Gobierno de Aragón ha licitado el servicio con tres perros y tres víctimas y hemos ganado el concurso". Se trata de un "proyecto único que la Policía Local de Parla instauró de forma pionera. "Actualmente, apunta, tenemos 50 perros distribuidos por todo el país, pero quedan 16 por entregar de forma inminente y serán 66 a finales de año".

Raquel tiene la orden de alejamiento de su expareja desde 2017. Vio un anuncio en internet y se puso en contacto con Ángel. A través suyo habló con una de las canarias que tiene perro de protección. "Me gustó la idea, creo que me ayudará porque me defenderá y me dará más seguridad porque él es una amenaza y en cuanto pueda vendrá a por mí".

Actuación de oficio

El Diputado del Común, a través de la Adjuntía de Igualdad y Violencia de Género, ha abierto una actuación de oficio dirigida a la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad del Gobierno de Canarias para solicitar la equiparación de los perros de protección con los de asistencia. El objetivo es lograr que las víctimas de violencia de género que cuentan con este servicio de protección puedan acceder con sus perros a todos los espacios, transportes y establecimientos públicos o de uso colectivo, incluidos en el entorno laboral, administrativo, cultural recreativo y de ocio. Todo ello con el fin de garantizar en todo momento la seguridad de las víctimas, al tiempo que facilitarles su integración en la vida social y laboral.

Acción para el impulso

Esta idea parte de la actuación llevada a cabo por la adjunta de Igualdad entre Mujeres y Hombres y Violencia de Género del Diputado del Común, Beatriz Barrera de implantar en Canarias el Proyecto Peppo. Una iniciativa de la Asociación Mariscal que dona perros de protección y forma a las usuarias que han sido víctimas de violencia de género para que tengan la oportunidad a través de esa protección de recuperar la libertad y confianza de vivir con seguridad.