Para gustos, colores. Y precisamente no se echa de menos el colorido en el escenario del Carnaval 2019 que, dedicado al fondo del mar, encontró parte de inspiración en el II Encuentro de Carnavales y Fiestas Tradicionales del Mundo celebrado en Colombia, a donde viajó en junio una expedición chicharrera integrada por la concejala de Fiestas, Gladis de León, y el propio escenógrafo, Javier Caraballero, junto a representantes de géneros carnavaleros. La propia responsable de la organización recordó ayer de aquel viaje que le llamó la atención el colorido de las carrozas, clave de este decorado.

El diseñador ahondó en esa reflexión: "Los grupos de allí tienen unos trajes que no son espectaculares pero sí llamativos por su colorido". Y esa característica marca el tercer decorado de Carnaval que crea Caraballero. "Es un escenario que se puede ver de día, que no hace falta que se active la luz para que funcione. La iluminación realzará elementos, pero a simple vista el espectador del recinto ferial lo podrá valorar; los dos anteriores eran neutros. Este, sin embargo, es alegre, divertido, como es la fiesta. Es más mío", analiza su creador.

Así presenta la escenografía su mentor: destacan unas ruinas de una gran ciudad en primer término, que dan paso, en un segundo grado en profundidad, a un barco pirata (a la izquierda) y a un Neptuno (a la derecha), que se cuelan sobre un tercer nivel, el fondo de escenario, al que da forma una barrera de corales, como esas zonas mágicas que descubres cuando buceas. El decorado -que saldrá a licitación por 200.000 euros, 20.000 más que el de 2018- tiene más profundidad que los anteriores. En la parte más próxima al público alcanza los doce metros de alto y permite una fuga, en la puerta de entrada, de diez.

Se mantiene la construcción mixta: elementos corpóreos que integran pantallas led. Si en el decorado anterior incluyó tres pantallas, una a modo de cielo -de lado a lado-, en la escenografía marina se funden siete elementos led entre corpóreos, que parecen enmascarados y permitirán dar mayor animación al proyecto de Caraballero. A esto se suma que muchos colores son retroiluminados -que cambiarán su tonalidad gracias a la luz-, destacando la movilidad que se reserva para las medusas.

Otra sorpresa. En la parte alta de la "pecera de color" en la que se convertirá el recinto ferial por "obra y arte" de Javier Caraballero, se incluyen unos recursos que, aunque en la infografía presentada ayer aparecen como "bigotes", son espejos que trasladarán al público la misma sensación que cuando se bucea y se mira hacia arriba.

La concejala de Fiestas recordó que a petición de los diseñadores se ha descartado en esta oportunidad el giratorio y se incluirán dos plataformas móviles sobre ruedas, de unos 50 metros cuadrados cada una, que facilitarán la movilidad de las "bandas" de las agrupaciones musicales y las comparsas; una tercera versión de los set giratorios que se empezaron a utilizar en 2017.

"Se garantiza que el escenario estará limpio, sin que haya que temer con que algo se pueda trabar", analizó la concejala de Fiestas, que valoró también el esfuerzo que se ha realizado para trabajar el decorado en forma de "U", que garantizará que estará aforado. El éxito final estará condicionado por la fidelidad al color y la construcción de las piezas diseñadas. Pero habrá que esperar aún al jueves 7 de febrero, cuando la primera fase de murgas infantiles estrene la "gran pecera" del recinto ferial.