Al menos ocho personas resultaron muertas y otras 86 heridas, siete de ellas de gravedad, como consecuencia del descarrilamiento de un tren en Bouknadel, cerca de Rabat, según el último balance ofrecido por el director de la empresa estatal de tren ONCF, Rabie Khlie, citado por Le Matin.

Por otra parte, una fuente del hospital militar Mohamed V de la capital, al que fueron trasladados los heridos, indicó a la agencia oficial MAP que hay cuatro que están en el servicio de reanimación y otros tres en cuidados intensivos.

El convoy, que conectaba las ciudades de Rabat y Kenitra, se salió de las vías por causas desconocidas en torno a las 10:50 (hora local) de ayer. Las imágenes difundidas por los medios locales en redes sociales evidencian que el tren, con una doble altura, sufrió graves daños e incluso algunos de sus vagones quedaron volcados.

El ministro de Interior y el de Transportese han trasladaron ayer al lugar de los hechos por orden expresa del rey de Marruecos Mohamed VI, según informó la agencia oficial MAP, que precisó que ya se ha abierto una investigación para esclarecer las causas del siniestro.

Por otra parte, "en señal de compasión con las familias de las víctimas", el rey se hará cargo "personalmente del coste del sepelio de las víctimas y sus funerales", precisó la Casa Real en su comunicado.

Asimismo, el monarca, que expresó sus condolencias por lo ocurrido, ordenó que los heridos sean trasladados al hospital militar Mohamed V de Rabat.