El Gobierno ha elaborado el plan presupuestario, que este mismo lunes enviará a Bruselas, con un déficit público del 1,8% del PIB, a pesar de que el PP y Ciudadanos han bloqueado en el Congreso la tramitación parlamentaria de la eliminación del veto del Senado a la nueva senda presupuestaria.

Al término de la reunión del Consejo de Ministros, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha indicado que si no se aprueban los nuevos Presupuestos para el año que viene, el déficit público se situará en el 2,2% del PIB por la propia inercia económica, por tanto, cuatro décimas por encima del 1,8% planteado por el Gobierno.

De esta forma, el Gobierno ha mantenido la senda de estabilidad presupuestaria planteada y rechazada en julio por el Congreso, que contempla unos objetivos de déficit del 2,7% este año, del 1,8% en 2019, el 1,1% en 2020 y cuatro décimas de PIB en 2020.

Montero ha explicado que el Gobierno seguirá trabajando para hacer posibles los cambios normativos que permitan ver la luz a la nueva senda, y ha defendido que con ella se corrige el incumplimiento "flagrante" de los objetivos en los últimos años.

La senda de déficit planteada por el Gobierno de Pedro Sánchez, rechazada por el Congreso a finales de julio, plantea un déficit del 2,7% este año, cinco décimas más que la senda del Ejecutivo de Rajoy, un 1,8% para 2019 (cinco décimas más), un 1,1% para 2020 (ocho décimas más) y cuatro décimas en 2021, frente al superávit que auguraba el anterior Gobierno.

Además, Montero ha detallado que tras el acuerdo presupuestario se prevé una recaudación de 5.678 millones de euros con las medidas de la reforma fiscal y lucha contra el fraude acordada con Podemos, sin incluir los ingresos por cotizaciones. El impacto en los Presupuestos de las medidas de ingreso que afectan a la Administración General del Estado será de 4.489 millones de euros.