La congregación responsable de los colegios La Salle no denunció ante las autoridades a un fraile que enviaba fotos sexuales a sus alumnos de un centro de Las Palmas de Gran Canaria y que pedía a los chicos imágenes similares, a pesar de conocer esos hechos por los padres.

La fiscal jefe de Las Palmas, Beatriz Sánchez, ha confirmado a Efe que, como adelanta "La Provincia", ese antiguo profesor, Marcos J.D., ha llegado a un acuerdo con el Ministerio Público para declararse culpable de cinco delitos de exhibicionismo y provocación sexual a menores, por los que acepta una condena total de dos años de cárcel (cuatro meses y 24 días por delito).

Los hechos que la defensa reconoce como ciertos, aunque todavía debe ratificarlos ante el Juzgado de lo Penal correspondiente, tuvieron lugar antes de 2015 en el colegio La Salle Antúnez de Las Palmas de Gran Canaria, a cinco de cuyos alumnos Marcos J.D. envió a través de whatsapp y redes sociales fotos de su pene y sus genitales, así como expresiones de índole sexual.

El escrito de la Fiscalía que está a punto de convertirse en condena recoge, literalmente, que algunos padres de los alumnos afectados comunicaron en 2015 lo ocurrido al colegio, que a su vez lo trasladó al superior de la congregación religiosa Hermanos de las Escuelas Cristianas, que "no presentó denuncia alguna".

Consultada por Efe, la portavoz de esa congregación religiosa en España, Isabel Llauger, ha señalado que Marcos J.D. ya "no es hermano ni profesor" en ninguno de sus centros y que están a la espera de conocer el procedimiento, para saber en concreto qué hechos figuran en él, porque a día de hoy no son parte.

"Sí puedo asegurar que el colegio y la congregación han colaborado con la Justicia siempre que se nos ha requerido y que estamos dispuestos a seguir haciéndolo", ha añadido.

La Fiscalía corrobora que fueron los padres afectados los que finalmente pusieron en conocimiento de las autoridades la conducta de este religioso, que fue detenido en abril del año pasado en abril.

En ese momento, Marcos J.D. ya no formaba parte de la congregación de Hermanos de las Escuelas Cristianas, que había abandonado seis meses antes alegando "motivos personales", tras haber sido trasladado desde Las Palmas de Gran Canaria a otro colegio de La Salle en Toledo.

La condena que Marcos J.D. acepta en su acuerdo con el fiscal incluye, además, cinco años de libertad vigilada, en los que deberá someterse a programas de educación sexual, y la prohibición de ejercer ningún trabajo que implique relacionarse con menores durante seis años.