No es la primera vez, y, posiblemente, tampoco sea la última. Tras los ataques sufridos en otros puntos de la ciudad, entre ellos el parque García Sanabria, esta vez le tocó el turno a la plaza de España, centro neurálgico de cuantos visitan la ciudad.

Hace unos días, unos desconocidos efectuaron un nuevo ataque al patrimonio municipal, esta vez con las dos esculturas que forman parte del Monumento a Los Caídos como objetivo.

En concreto, las dos piezas de bronce que rodean el Monumento aparecieron "disfrazadas" con motivos de Carnaval, curiosamente en una época bastante alejada de la mayor fiesta que celebra la capital.

A gafas de fantasía, piezas de ropa interior y boas de plumas de distintos colores se sumaron también las manchas de pintura, que obligaron a los operarios del servicio de limpieza de la capital a usar agua a presión para eliminarlas.

El concejal de Servicios Públicos de la capital, Dámaso Arteaga, reconoce que esta vez "ha habido un poco de suerte", pues solo con el agua caliente a presión fue suficiente para eliminar los residuos y devolver las esculturas a su estado normal.

El consistorio, añade el edil, desconoce quiénes pudieron ser los autores de este nuevo ataque al patrimonio y al "paisaje urbano" de la capital, en tanto en cuanto está en un lugar que visitan los turistas que llegan a Santa Cruz y en el que está instalado también el corpóreo de la ciudad.

En todo caso, Arteaga advierte de que las sanciones por este tipo de acciones "son cuantiosas", es decir que la multa no sería inferior a los 500 euros, si fuera la primera vez. "Si es reincidente, las sanciones son muchos más elevadas", remarca.

El concejal apela a la responsabilidad de todos los ciudadanos para "cuidar" el patrimonio de la ciudad, "esté donde esté". "Santa Cruz mejora o no con los propios ciudadanos. Esto son ejemplos que hay que perseguir y erradicar", sentencia.

Hay que recordar que las dos piezas atacadas ahora fueron restauradas en los talleres Bronzo de La Laguna hace ahora unos diez años, coincidiendo con la reforma integral que se hizo en la plaza de España. Las esculturas miden alrededor de tres metros y medio cada una y pesan unos 1.000 kilos.

El monumento está formado por cuatro piezas: la alegoría de la Patria sosteniendo al Caído; una mujer alada representando la Victoria y en alusión a las expediciones marítimas que retornaron gloriosas a su tierra nativa; y dos figuras de soldados en posición de descanso y con un fusil entre sus manos, que representan los valores cívico y militar, respectivamente.