Un hombre ha admitido hoy en el juicio que asfixió hasta la muerte a su padre de 82 años en 2017 en la casa en la que ambos vivían en Móstoles (Madrid) y que tardó cuatro días en avisar a la Policía porque se encontraba bajo los efectos de las pastillas que había tomado y fracasó en su intento de suicidarse.

Así lo ha reconocido hoy Francisco Javier C.E en el juicio, celebrado con jurado popular en la Audiencia Provincial de Madrid, en el que el fiscal solicita que sea condenado a 20 años de prisión por un delito de asesinato con agravante de parentesco.

En su declaración, el acusado, en prisión provisional desde el 12 de febrero de 2017, ha señalado que decidió acabar con la vida de la víctima, que padecía una enfermedad degenerativa, porque solo le cuidaba él y además vivía una situación "de crisis personal".

En concreto, no tenía trabajo desde hace tres años, su único ingreso era la pensión de jubilación de su padre y su pareja le había dejado porque no quería que la víctima viviera con ellos en el domicilio.

Francisco Javier C.E ha relatado que el día de los hechos había tomado previamente una gran cantidad de medicamentos con la intención de suicidarse, tras lo que entró en la habitación y acabó con la vida de la víctima que, ha añadido, "no puso resistencia" y se encontraba con los ojos vendados.

Una vez que mató a su padre, el cadáver permaneció cuatro días en el domicilio hasta que el acusado fue "consciente" de lo que había sucedido, ha señalado, y tras un intento fallido de cortarse las venas, decidió llamar a la Policía.

Con todo, en declaraciones a Efe, el abogado del acusado ha señalado que pedirá una reducción de la pena de prisión de su cliente por la atenuante de confesión de los hechos y por la situación personal que vivía.