Una simple aceptación de amistad en una popular red social y una conversación de poco más de un minuto por la "webcam" fueron suficientes para que a un vecino del centro de Santa Cruz de Tenerife estuvieran a punto de arruinarle la vida y la reputación entre sus conocidos. Y, de hecho, lo extorsionaron para que pagara 3.000 euros a cambio, supuestamente, de no revelar en internet un montaje audiovisual en el que se le acusaba de pedófilo. El asesoramiento de expertos del Observatorio de Delitos Informáticos de Canarias (ODIC) fue clave para que el afectado supiera afrontar la situación.

Los hechos ocurrieron el pasado mes de junio. La víctima dirige una página en la red social Facebook sobre personas que padecen una determinada enfermedad. Una joven de unos 26 años, que se identificó como Tania C., le pidió "amistad", inicialmente para hablar sobre dicha patología. Una semana después, la citada mujer le preguntó si podía conversar con él a través de la cámara del ordenador. Y el ahora afectado accedió. A los pocos segundos, la chica empezó a hablar sobre sexo. En la denuncia presentada ante la Policía Nacional el 12 de junio, se describe a tal persona como de pelo rubio lacio y con la piel blanca. Tras diferentes preguntas sobre temas sexuales, la mujer se desnudó y comenzó a masturbarse ante su "webcam".

El denunciante indicó que, menos de dos minutos después, detectó algo extraño en las imágenes y decidió finalizar él mismo la comunicación.

Después de este episodio, la joven lo advirtió de que había sido grabado mientras ambos se observaban y que, si no le abonaba 3.000 euros para ayudar a una hermana que padece cáncer, publicaría dichas imágenes con contenido sexual en redes sociales, a la vez que las divulgaría entre sus contactos y conocidos para dañar su imagen.

Según consta en la denuncia, la mujer se dirigió a él en español, "aunque por su forma de redactar, conjugar algunos tiempos verbales y uso de algunas expresiones puede parecer que se trata de un traductor".

El delito de la "sextorsión" (extorsión relacionada con asuntos sexuales) se materializó en un montaje de vídeo, en el que mezclaron imágenes de la cara del vecino de la capital tinerfeña con la de la joven mientras se masturbaba y la de otro varón que realizaba también prácticas onanistas. Curiosamente, en el mensaje utilizado para amenazar y extorsionar al afectado se aseguró que el denunciante se masturbó ante una niña de 10 años.

La víctima puso los hechos en conocimiento de Facebook y la compañía desactivó la página desde donde lo grabaron con la "webcam".

Sergio Díaz Expósito, uno de los impulsores del Observatorio de Delitos Informáticos de Canarias (ODIC), aclara que a los ciberdelincuentes que llevan a cabo estos delitos les interesa, fundamentalmente, intimidar a los afectados y generar un señuelo para que estos, en un corto periodo de tiempo, paguen el dinero que se les reclama.

Díaz explica que los implicados en estas operaciones de extorsión "juegan en estos procesos con el perfil psicológico y el desconocimiento de la gente sobre las plataformas de comunicación".

Dos integrantes del Observatorio de Delitos Informáticos de Canarias han realizado un seguimiento a este caso y Díaz señala que, por ahora, los autores de la extorsión no han subido el referido vídeo a la red. Casi tres meses después de la denuncia, el afectado no ha recibido noticias de la Policía Nacional sobre su asunto.