La terapia de pareja es un recurso utilizado por muchas personas para intentar resolver los conflictos que surgen dentro de las relaciones. Cuando las parejas comienzan a tener problemas su relación se deteriora y genera insatisfacción y frustración por la falta de entendimiento, lo cual incluso puede llegar a terminarlas.

La convivencia es difícil y puede producir desgaste. Las parejas tienen que adaptarse a los cambios e ir utilizando recursos para manejar las diferentes situaciones que se plantearán a lo largo del tiempo. Cuando estos recursos fallan o no se tienen comienzan a surgir asperezas. Este proceso es lento, por eso las parejas no acuden de inmediato a buscar ayuda, pues empiezan a buscar por su cuenta la solución, dándose tiempo, hablando, haciendo viajes, etc.

Pero cuando los problemas de pareja persisten, el proceso de tomar la decisión de ir a terapia no es sencillo. Muchos afirman que incluso sabiendo dónde está el problema y siendo conscientes de que ellos solos no podrían solucionarlo, pensaron mucho si asistir o no. Otros, por el contrario, llegan algo desorientados, pues quizás es el otro miembro el que lo ha convencido y no saben muy bien dónde radica el conflicto.

Por desgracia, lo cierto es que la mayoría de las relaciones se rompen por no saber en qué momento deben solicitar ayuda para resolver sus dificultades Esto se debe a que existe falta de información que causa escepticismo. Por lo tanto es necesario dar información clara y sencilla sobre el proceso y sobre cuáles son los puntos que se deben tener en cuenta para saber cuándo es aconsejable pedir ayuda y buscar una terapia que se adapte a las necesidades de la pareja.

En qué momento ir a terapia de pareja

A veces la relación de pareja parece ir mal, pero de vez en cuando se producen momentos agradables que hacen que los miembros de la relación se replanteen si los problemas que tienen son superables o no.

Existen muchos detonantes que se deben tener en cuenta para saber cuándo es preciso buscar ayuda a través de la terapia de pareja:

Cuando existen problemas de comunicación en la pareja

La mayoría de los problemas de pareja se basan en algo tan simple y a la vez tan complicado como la falta de comunicación. En ocasiones ambas partes hablan pero no se entienden, no son capaces de llegar a un acuerdo o no se sienten escuchados, lo que provoca que a largo plazo uno de los dos deje de intentar hacerse entender para evitar frustraciones. Esto acaba por ocasionar mucho desgaste, una gran falta de entendimiento y equivocaciones difíciles de solucionar.

Asistir a las sesiones puede servir para que ambas partes puedan comunicarse libremente gracias a un mediador y a que se encuentran en terreno neutral.

Momentos de crisis puntuales en la pareja

A veces se tiene claro que los problemas se repiten, dado que el núcleo que los ocasiona es un hecho puntual que se prolonga en el tiempo.

En este caso es aconsejable acudir a la terapia, pues se debe a un problema inconcluso que está minando el resto de los aspectos de la relación y ocasionando daños que pueden llegar a ser irreversibles si no se solucionan.

Problemas durante las relaciones íntimas

Esto se genera cuando hay poca armonía en las relaciones íntimas y en la expresión de afectividad. Cosas tan sencillas como las caricias o dedicarse tiempo en exclusiva para estar solos acarrean serios conflictos en la intimidad, pues llega haber desincronía por ambas partes y falta de entendimiento en lo que a preferencias se refiere.

Indecisión en los planes de futuro

Las relaciones de pareja son el modo en el que se experimenta el presente y a la vez se vive el futuro.

Si se perciben discrepancias y conflictos en este segundo aspecto, comienzan a surgir dudas y conflictos. Es necesario que ambas partes tengan objetivos similares que cumplir juntos en el futuro, ya que, de no ser así, la relación puede peligrar seriamente. En la terapia de pareja ambas partes pueden explicarse y conseguir un consenso gracias a la ayuda del terapeuta.

Los hijos no son siempre la solución

La aparición de los hijos suele ser un acontecimiento muy feliz en las familias, pero en ocasiones puede que no se disponga del espacio y del tiempo que se tenía previamente para dedicarse a la relación. En las sesiones de terapia se puede discutir sobre diferentes estrategias para que la relación se adapte a la nueva situación.

Decidir si acudir o no a terapia siempre será una decisión difícil, pues por desconocimiento muchas personas piensan que han fracasado si no son capaces de solucionar por ellas mismas sus problemas. Pero nada está más lejos de la realidad, ya que es imposible tener todas las herramientas necesarias para combatir todas las situaciones adversas en la vida. Por eso, si la relación es importante, lo mejor que se puede hacer por ella es buscar ayuda externa en caso de que no se pueda sanar desde dentro.