Un terremoto de magnitud 6,9 sacudió hoy el archipiélago de Kermadec, situado al norte de Nueva Zelanda, sin que las autoridades informaran inicialmente de víctimas o daños, o se emitiera una alerta de tsunami.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que vigila la actividad sísmica de todo el mundo, situó el hipocentro del seísmo a 111 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino y a 708 kilómetros al noreste de Ngunguru, localidad situada en el extremo norte de la Isla Norte neozelandesa.

El Centro de Alertas por Tsunami del Pacífico emitió un comunicado en el que descartó el riesgo de ola gigante.

Las Kermadec, situadas entre la Isla Norte de Nueva Zelanda y Tonga, están deshabitadas, excepto por el personal de la base permanentemente instalada en Raoul y que tiene una estación meteorológica y de radio.

Nueva Zelanda se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía y registra unos 14.000 terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.