El principio de acuerdo comercial alcanzado hoy entre Estados Unidos y México tendrá una vigencia inicial de 16 años, que serán renovables, explicó el representante de Comercio Exterior estadounidense, Robert Lighthizer.

El pacto contempla revisiones cada seis años, en las que se podrán añadir prórrogas de otros dieciséis años, si las partes lo acuerdan.

"El acuerdo durará un periodo de 16 años. Cada 6 años tendremos una revisión y después se extendería durante otros 16 años", anunció Lighthizer en un encuentro con medios en la Casa Blanca.

Los negociadores estadounidenses y mexicanos llegaron también a un pacto sobre las reglas de origen de los automóviles, pero "no se tocó" el tema de los aranceles de EE.UU. al acero y aluminio de México, y por tanto seguirán en vigor, indicó.

"Creemos que el acuerdo va a aumentar el comercio y es bueno para los agricultores estadounidenses -agregó Lighthizer-. Y no creemos que sea malo para México, creemos que va a tener un efecto similar en México y que también va a crear empleos allí".

Uno de los puntos que más fricción había causado entre las partes era la insistencia de EE.UU. en imponer cláusula de caducidad, que habría obligado a revisar el tratado cada cinco años y habría dado la posibilidad de salir de él.

Finalmente, subrayó Lighthizer, optaron por "una alternativa que funciona para México y Estados Unidos", basada en "revisiones periódicas" para "resolver los problemas".

Por tanto, a los seis años de la entrada en vigor del pacto, si ambos países están de acuerdo, sumarán al acuerdo otros 16 años de vigencia desde ese punto, y ese esquema podrá seguir repitiéndose cada seis años.

En cuanto a las reglas de control de origen de los automóviles, Lighthizer explicó que se exigirá que "el 75 % provenga de la región", y que entre el 40 y el 45 % del contenido de los vehículos sea fabricado por empleados con un salario de al menos 16 dólares por hora.