El Ayuntamiento de Sada (A Coruña) ha reclamado al Gobierno que en la tramitación parlamentaria del Real Decreto Ley que modifica la Ley de Memoria Histórica se incluya también el Pazo de Meirás, para acabar así con "la vergüenza democrática que supone que los herederos del dictador continúen detentando" esta propiedad, residencia de verano del Franco y ubicada en esta localidad.

El alcalde de Sada, Benito Portela (Sadamarioría), así lo ha manifestado, en una nota de prensa, tras la publicación este sábado en el Boletín Oficial del Estado del Real Decreto que permitirá que se exhumen los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos.

Para la inclusión del Pazo de Meirás el Ayuntamiento de Sada reclama que el Decreto se tramite como proyecto de ley, para poder presentar la enmienda relativa a este inmueble histórico, al amparo del artículo 151 del Reglamento del Congreso.

Benito Portela confía en que esta enmienda fuese aprobada por "unanimidad" de las fuerzas políticas del Congreso de los Diputados, al igual que sucedió en el Parlamento de Galicia en julio, cuando todas las fuerzas políticas respaldaron demandar al Estado el ejercicio de acciones legales para la incorporación del Pazo al patrimonio público.

El regidor de Sada alega que se se trata de "una oportunidad histórica para acabar con la vergüenza democrática que supone que los herederos del dictador continúen detentando el Pazo de Meirás" por lo que confía "que los Grupos parlamentarios y el Congreso de los Diputados sean sensibles a las demandas de la ciudadanía gallega".

No obstante, con independencia de la modificación de la Ley de Memoria Histórica, insta al Ejecutivo socialista a emprender acciones legales para que el Pazo pase a titularidad pública.

"El gobierno presidido por Pedro Sánchez debe acordar y ordenar ya a la abogacía del Estado el ejercicio de las acciones judiciales oportunas para recuperar el Pazo para la titularidad y usos públicos", ha concluido Benito Portela.

El inmueble, que hace unas semanas los herederos de Franco pusieron a la venta por un precio de 8 millones de euros, fue propiedad de la escritora Emilia Pardo Bazán y llegó a manos de Franco tras una cuestación popular impulsada por la Diputación de A Coruña en plena Guerra Civil en el año 1938.