La población de orangutanes disminuyó entre un 25 y un 30 por ciento en los últimos doce años, según un informe de Greenpeace, que contradice los datos del Ministerio de Medio Ambiente y Silvicultura de Indonesia, que asegura que el número de ejemplares creció más de un 10 por ciento entre 2015 y 2017.

Con motivo de la celebración este domingo del Día Mundial del Orangután, la ONG denuncia que cerca de 24 millones de hectáreas del bosque de Indonesia entre 1990 y 2015, lo que equivale a un área del tamaño de Reino Unido, según datos del departamento ministerial.

La ONG asegura que el informe del Gobierno de Indonesia ''El estado de los bosques de Indonesia 2018'' contradice "completamente" la investigación de un equipo de 41 científicos que ha dirigido Maria Voig y cuyos datos han sido revisados en marzo y que afirma que la mitad de todos los organgutanes de Borneo están afectados por la extracción de recursos naturales de su hábitat, y que su número ha disminuido en más de 100.000 ejemplares desde 1999.

Además, Greenpeace Internacional ha revelado recientemente una operación de tala ilegal en un hábitat crítico de turba en Sungai Putri, Borneo. En el mismo sitio, en 2017, el Ministro de Medio Ambiente de Indonesia pidió al titular de la concesión maderera PT Mohairson Pawan Khatulistiwa (PT. MPK) que detuviese sus operaciones y cerrase un canal de drenaje que la compañía usa y que afecta "gravemente" al ecosistema, pero la ONG fotografió la zona en marzo y la maquinaria permanece en la zona.

"Por las características del ciclo de vida de los orangutanes, una tasa de crecimiento tan rápida no es posible, ni siquiera en los zoológicos. Según la recopilación más completa de datos de observación disponibles, estimamos un descenso del 25-30 por ciento entre 2005 y 2015", ha declarado la científica Maria Voigt, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania.

Las tres especies de orangután de Borneo, Sumatra y las especies de Tapanuli recientemente descubiertas están declaradas en Peligro Crítico según la Lista Roja de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN)

El coautor de la investigación, publicada en la revista Current Biology Serge Wich, profesor de la Universidad de Amsterdam destaca que si la caza y el deterioro del bosque se detiene "de una vez por todas", la disminución podría revertirse pero de momento asegura que eso "no ha sucedido".

La activista forestal de Greenpeace Indonesia, Ratri Kusumohartono, ha recordado la promesa del Gobierno de proteger los bosques de turberas de Indonesia y a los orangutanes que dependen de estos bosques. "No se puede permitir que este tipo de destrucción continúe, mientras que, al mismo tiempo, se intenta minimizar el daño a la vida silvestre mediante la publicación de informes que contradicen las evidencias científicas. El Gobierno debe garantizar y priorizar la protección total y permanente de la biodiversidad de los bosques", ha concluido.