"Desde el punto de vista profesional, TLP Tenerife es muy importante, porque convives y colaboras con profesionales que pueden enseñarte mucho. Te aporta seguridad en ti mismo y eso interesa también a las empresas". Con estas palabras, Pablo Arteaga hace balance de su participación, por cuarto año, como voluntario en uno de los mayores encuentros tecnológicos y de nuevas tendencias del país.

Pablo es uno de los casi 300 voluntarios que participaron en la TLP Tenerife 2018 gracias a la colaboración de la Fundación Cepsa, para la que este evento supone una oportunidad única para impulsar las vocaciones científicas y tecnológicas entre los jóvenes y darles una mayor visibilidad en un mundo en el que estos conceptos forman, cada vez más, parte de nuestro día a día.

Durante seis días, estos jóvenes hicieron vida en el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife, participando activamente en la organización y el desarrollo de este evento. En él se congregaron 58.400 personas -incluyendo visitantes, participantes, personal y voluntarios-, que vivieron de primera mano una experiencia única, que les permitió crecer personal y profesionalmente, asegura Pablo.

Para Guillermo Large, de 25 años, este ha sido el primer año en el que ha trabajado como voluntario en TLP Tenerife. "Siempre había ido como participante o visitante, pero formar parte del voluntariado ha sido totalmente diferente", asegura. "Siendo voluntario disfrutas y aprendes más que el resto, porque lo puedes ver todo y es genial ayudar a que algo tan importante salga adelante"

Gracias a sus servicios como voluntarios, todos ellos pudieron acceder a cualquiera de las actividades de TLP Tenerife 2018 de forma gratuita. Además, se les designó un puesto para su equipo informático, pudiendo pasar las 24 horas del día en el recinto.

Como en años anteriores, recibieron formación y asesoramiento previo de la organización, así como el apoyo y los medios necesarios para desempeñar su trabajo. Carla Barquín, voluntaria desde 2015, asegura que ser voluntario "es agotador y requiere mucho esfuerzo para la preparación previa y durante el evento, pero merece la pena".

El objetivo no es solo aportarles los conocimientos tecnológicos necesarios, sino también enseñarles a trabajar en equipo, vivir la solidaridad y propiciar el aprendizaje a través del apoyo mutuo entre compañeros.

Acceder a esta oportunidad no es fácil. Más de 650 personas presentaron este año su solicitud para participar como voluntarios y superaron un meticuloso proceso de selección, en el que se valoraron no solo las aptitudes formativas de los aspirantes sino también su actitud, dando prioridad a aquellos con más ganas de aprender y aprovechar la experiencia para su crecimiento personal, aseguran desde Innova 7, entidad organizadora del evento.