En el año 1774, se construyó la primera máquina de vapor lo que dio un vuelco a la economía mundial. La primera revolución industrial había llegado. Más tarde, en 1870 se descubrieron en nuevas fuentes de energía como el gas, el petróleo o la electricidad. Motores que ayudaron a solucionar gran parte de los problemas de la población de la época.

Los ordenadores empezaron a recorrer el mundo en los años 60 y provocaron una tercera revolución. No obstante, actualmente estamos viviendo una nueva era donde los datos se han convertido en el bien más preciado de la economía mundial.

"La energía que mueve el mundo son los datos", explica José Manuel Rodríguez Macías, es director de ATOS Canarias. De ahí a que conceptos como "internet of things" (IoT), la ciberseguridad, el "cloud computing" o los robots se hayan convertido en una parte indispensable de nuestro vocabulario.

Entre tanta palabreja destaca una: el "big data". "El análisis de datos es una de las partes más importantes, ya que genera conocimiento e inteligencia", insiste el también director del máster Big Data y Business Analytics de la Universidad Europea de Canaria (UEC). Y es que la economía actual crece gracias a esta información.

Rodríguez Macías sabe bien la importancia de la evaluación de los datos pues su negocio, Atos Canarias, ofrece esta cobertura para 120 empresas de 30 países, entre ellas Disney, el Comité Olímpico Internacional o el plan de movilidad de la ciudad de Londres.

"En otras revoluciones Canarias lo ha tenido más difícil para destacar", recuerda Rodríguez Macías quien sin embargo, recalca que en la esta era digital, "la materia gris" de las Islas puede sacar todo su potencial.

No obstante, estamos al principio de esta revolución, como incide el director de ATOS, quien afirma que habremos recorrido una cuarta parte del camino. Cabe resaltar que en el nuevo mundo, como en todo, además de las facilidades que nos han otorgado las nuevas tecnologías, también han surgido problemas. De ahí a que el "eje central de la revolución digital sea la seguridad".

La ciberseguridad es "fundamental". Si no se tiene en cuenta, un ataque puede llegar a paralizar un hotel. Sin embargo, muchas empresas no se convencen de su importancia hasta el día que los datos se fugan. "Hay veces que se gastan mucho dinero en seguritas para la puerta y dejan los datos a la intemperie", afirma Rodríguez Macías. Por esta razón, en el nuevo "ecosistema" que genera la cuarta revolución, es totalmente necesario que la vida "online" y "offline" "convivan".

Las mujeres son una parte fundamental de la revolución tecnológica y José Manuel Rodríguez Macías lo tiene claro. "Tenemos que animarlas para que se dediquen a estas profesiones, como el big data", explica. "Este no es un tema de chicos o frikis, ambos son igual de válidos y las necesitamos porque son la mitad de la población", remarca Rodríguez.

En la Universidad Europea de Canarias, Rodríguez imparte un máster de Big Data y Bussiness Anaylitycs orientado "no solo a técnicos", también a personas con puestos de responsabilidad en empresas "que se quieran regenerar".

"No queremos que nuestros alumnos aprendan a programar, sino que entiendan el ecosistema". Se trata, por tanto, de un conocimiento que a priori pocas veces utilizará, pero que le ayudará más adelante a controlar lo que pasa en su negocio.