La Sala del Tribunal Supremo encargada de enjuiciar la causa abierta por el "procés" ha dejado claro en un auto que el rechazo de la Audiencia de Scleswig-Holstein de entregar a Carles Puigdemont por rebelión no tiene "ninguna incidencia" en el desenlace del procedimiento judicial para el resto de procesados.

"La capacidad jurisdiccional de esta Sala para decidir el qué y el quién de los hechos que fueron objeto de la querella -siempre, claro es, en función de las pruebas que habrán de desplegarse en el plenario- permanece intacta", señala la Sala en el auto en el que rechaza la libertad de los nueve líderes independentistas en prisión preventiva.

Y añade: "Todo intento de dibujar una línea jerárquica que someta las resoluciones de esta Sala al criterio de los jueces provinciales alemanes resulta manifiestamente improcedente y está condenado al fracaso".

Se trata de la primera vez que la Sala de Enjuiciamiento, presidida por el magistrado Manuel Marchena, se pronuncia sobre la negativa del tribunal alemán en un auto, cuyo ponente también ha sido el citado juez.

Lo hace en respuesta al recurso de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, que alegó que las argumentaciones con las que el tribunal alemán se negó a entregar al expresidente catalán Carles Puigdemont por rebelión son "absolutamente aplicables" a ella, que ni siquiera era miembro del Gobierno ni participó en la convocatoria del referéndum del 1-O ni en su celebración.

Un razonamiento "inatendible" que, para el Supremo, parece intentar convertir al "tribunal provincial alemán en un extravagante órgano supranacional con capacidad para revocar las decisiones adoptadas por el juez español" encargado de instruir la causa, Pablo Llarena.

Además, en relación a la situación del resto de procesados que se encuentran fugados en Bélgica, Escocia y Suiza, la Sala se declara "ajena" a cuanto pueda sucederse en el futuro respecto de las peticiones de cooperación jurídica internacional que les afecten.

Como tampoco tiene ni ha tenido incidencia, prosigue el auto, en las "vicisitudes que se han producido durante la instrucción".

La decisión del tribunal alemán fue cuestionada por varios representantes de la judicatura y de la Fiscalía, incluido el propio Llarena, quien cargó contra su "falta de compromiso", y señaló que los jueces alemanes deberían haberse limitado a comprobar si los hechos están contemplados en su legislación y no a "abordar el definitivo juicio de subsunción de los hechos en los tipos penales".