Actualmente se estima que hay dos millones de personas diagnosticadas con leishmaniasis y 350 millones está en riesgo de padecerla. Por esta razón, la identificación de nuevas dianas terapéuticas es clave para encontrar nuevos tratamientos para esta patología tropical.

Es lo que afirmó ayer Paul Alain Nguewa Tchinda, especialista del Instituto de Salud Tropical de la Universidad de Navarra, en una de las conferencias de Campus África. Nguewa destacó la necesidad de investigar de cara a detectar nuevas dianas terapéuticas para controlar las enfermedades tropicales, como es el caso de la leishmaniasis. "Si por ejemplo, nos fijamos en un tumor y en su desarrollo existe una molécula llamada mTOR que influye directamente en el crecimiento tumoral, algo muy parecido ocurre en el desarrollo de la leishmaniasis", detalló.

Según expuso el experto de la Universidad de Navarra, son múltiples los estudios que demuestran la similitud entre el cáncer y la leishmaniasis. "Esta similitud de patrones es la que nos está motivando para hacer estas pruebas y ver si estamos o no ante una posible diana terapéutica que nos permita tratarla de forma más efectiva", puntualizó.

Actualmente, el equipo de Nguewa se encuentra inmerso en la investigación de una nueva posible diana terapéutica, la denominada molécula Jean-3, implicada en el desarrollo de la leishmaniasis. "Estamos en fase de pruebas todavía pero todo apunta a que su identificación sí que puede ser considerada como una diana terapéutica a través de la cual tratar el desarrollo de la enfermedad", agregó.

Una patología cuya importancia es cada vez más relevante dada su incidencia a nivel mundial. De hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuenta con un plan específico de acción para su control. En esta línea, Francisco Javier Moreno, experto del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, expuso también en este ciclo la ponencia "Leishmaniasis humana, un problema global de salud pública".

"Estamos ante una de las enfermedades más desatendidas a nivel mundial, así lo reconoce la OMS, ya que no existe una batería de fármacos efectivos y los que hay ofrecen ciertos problemas", especificó el especialista.

La conocida como "enfermedad de pobres entre los pobres" afecta actualmente a dos millones de personas en el mundo, una cifra en aumento si se tiene en cuenta que 350 millones de personas están en riesgo de padecerla. Esta patología provoca 50.000 muertes al año y, actualmente es endémica de 98 países, factor en aumento dado el cambio climático. Actualmente, en Canarias no existen casos de leishmaniasis autóctonos, ya que no se ha podido demostrar que los pocos casos detectados hayan sido transmitidos en las Islas.

Su propagación

Entre los factores que influyen directamente en la propagación de esta enfermedad están los movimientos migratorios, no solo de personas, sino también de animales. "La globalización es inevitable, moverse es más sencillo y esto hace que sea usual circular por diferentes países", especificó Francisco Javier Moreno. Pero entre los factores destaca principalmente el cambio climático. "Los vectores están más cómodos en climas cálidos y esta es la tónica que predomina en los últimos años", detalló.