Informarse sobre la cervicitis crónica es una manera de prevenir no solamente la patología, sino también tener la posibilidad de consultar de inmediato con el especialista al sospechar los primeros síntomas.

¿Qué es la cervicitis?

El Manual de Ginecología y Obstetricia, de José Lombardía Prieto y Marisa Fernández Pérez, informa que la cervicitis es un concepto utilizado para hacer referencia a la inflamación del cuello uterino, siendo la principal causa de infección las enfermedades de transmisión sexual. Precisamente, uno de los agentes causales es el Virus del Herpes Simple, la Chlamydia y la vaginosis bacteriana.

Una de las características del cuadro es su carencia de sintomatología. No obstante, se presenta en el paciente que sufre de infecciones ginecológicas severas y podría producir leucorrea abundante. Asimismo, si la infección es crónica, es factible que produzca coitorragia.

El diagnóstico exacto se percibe mediante cultivo cervical, siendo los métodos serológicos de escaso valor. Sin embargo, en la actualidad y gracias al avance tecnológico, se puede detectar el ADN específico del agente patógeno. Por otra parte, también es aconsejable realizar análisis de sangre para descartar la presencia del VIH, sífilis y hepatitis, según el historial sexual del paciente.

Principales consecuencias de la cervicitis crónica no tratada

La cervicitis no tratada, no solamente se vuelve crónica, sino que además tiene consecuencias severas para la salud del paciente. Precisamente, puede provocar no solamente inflamación del cuello uterino, sino que además una inflamación progresiva de los órganos cercanos.

Asimismo, la paciente puede sufrir de dispareunia, dolor abdominal y también menorragia, además de inflamación de las trompas de falopio, infecciones urinarias crónicas y también infertilidad.

Además, una de las consecuencias más severas es el cáncer cervical e incluso puede derivar en infertilidad. Por otra parte, también es importante aclarar que puede provocar una complicación en el embarazo, no solamente por la incomodidad que genera, sino también por el riesgo de salud que sufre el bebé.

Tratamientos médicos convencionales

El tratamiento médico de la cervicitis crónica se divide específicamente en dos etapas.La primera, se caracteriza por ser un tratamiento médico etiológico, cuyo objetivo fundamental es erradicar por completo la infección.

La segunda fase consiste en un procedimiento quirúrgico, el cual se puede caracterizar por una terapia con láser, una electrocauterización, una crioterapia, una conización o en el peor de los casos una amputación del cuello uterino.

Dichos métodos se encargan de destruir por completo los tejidos modificados por la cervicitis. El paciente notará mejora después de varios días de haber recibido el tratamiento; sin embargo, el mismo deberá ser completado en su totalidad.

El tratamiento farmacológico es una de las alternativas que ofrece la medicina convencional, dependiendo de la sensibilidad del paciente a los diferentes medicamentos y del agente etiológico que provoca la sintomatología. No obstante, si no se logra una cura total de las lesiones el paciente necesitará recurrir al tratamiento quirúrgico luego de dos meses de haber eliminado la infección.