A casi dos siglos desde la invención del teléfono, aún muchas empresas siguen usando las comunicaciones basándose en la misma metodología de siempre. Una persona descuelga y llama a su receptor, el cual atiende la llamada si está disponible. La idea es simple, pero existe una enorme cantidad de barreras que la tecnología moderna ya ha conseguido resolver gracias a las comunicaciones integradas basadas en una centralita virtual.

¿En qué consiste el concepto de comunicaciones integradas?

Aunque pueda parecer un concepto muy complejo, la idea reside en el simple hecho de integrar todo tipo de sistemas por el cual recibimos mensajes, ya sea el teléfono, vía chat o correo electrónico y ser capaces de integrarlos de tal forma que sea posible que interactúen todos los medios entre sí.

Por citar el ejemplo más clásico y sencillo de entender, pongamos la relación entre el correo electrónico y un e-mail. Supongamos que llaman a la oficina y no estamos disponibles, en ese momento salta el buzón de voz y recoge el mensaje. En este punto, lo más típico (además de molesto y obsoleto), consiste en llegar de vuelta y escuchar, uno por uno, todos los mensajes de voz que nos han ido dejando.

¿Qué pasaría si pudiéramos recibir ese mensaje de audio en nuestro correo como un adjunto o, mejor aún, si pudiéramos disponer del mensaje pasado a texto también con un conversor de voz a texto?

Este tipo de capacidades son las que una centralita virtual es capaz de ejecutar, dependiendo de la calidad y las prestaciones de la misma.

¿Cuáles son las ventajas de usar un sistema de comunicaciones integradas en la nube?

Cuando hablamos de centralita virtual, en el fondo nos referimos, de una manera muy sencilla y resumida, a un sistema de comunicaciones integradas en la nube.

  • Sistema de comunicaciones integradas: porque hoy en día todas las centralitas digitales ya incorporan en mayor o menor medida este sistema de comunicación integral.
  • En la nube: porque nuestro dispositivo (centralita), se encuentra alojado en un servidor remoto, el cual hace las veces de “nube” (sinónimo de servidor remoto).

Vamos a resumir algunas de las ventajas que encontraremos con esta solución tan potente que reemplaza las existentes hasta la fecha.

Posibilidad de crecer sin límites

Uno de los mayores males a los que se enfrenta toda empresa, es el de comprar una centralita y que con el tiempo se quede pequeña. No solo habría que ir adquiriendo nuevos módulos caros, sino que incluso podría llegar el día que fuera necesario reemplazarla porque no da más de sí.

Esto es especialmente delicado en empresas con un tamaño mediano, las cuales se debaten entre tener que gastarse una enorme cantidad de dinero en la centralita destinada a “grandes empresas” o ahorrarse algo y elegir la versión más pequeña, con un alto riesgo de que quede limitada en un corto periodo de tiempo. Con una centralita virtual, esto es imposible que ocurra. El límite lo pone el tamaño de la empresa y generalmente a mayor tamaño, más barata, algo inversamente proporcional a la versión física.

Sin limitaciones físicas

Otro de los grandes problemas a los que se enfrentan las empresas hoy en día es la capacidad de conciliar sus nuevos avances con todo el proceso comunicativo. Al abrir una nueva sede, por muy pequeña que sea, la necesidad de poner un sistema integral de comunicaciones es una prioridad. Generalmente se tiende a ir a lo básico nada integrado: el nuevo puesto no disfrutará de exactamente los mismos beneficios de que dispone la sede principal, dado que no se tiene intención de invertir más de la cuenta en un nuevo proyecto que inicia su andadura.

Gracias a las centralitas virtuales, que ofrecen algunas empresas como Neotel, el lugar ya no vuelve a ser un problema, dado que al estar conectado todo a Internet, solo con poner la conexión en el nuevo lugar tendrá acceso a absolutamente todas las mismas funciones que dispone la sede principal.

Cero inversión

Los nuevos modelos de negocio evitan la inversión y pasan el máximo del presupuesto a gastos para prever que, en caso de fracaso, el golpe sea mayor (además que la caja se reduzca demasiado rápido y sea necesario incrementar el riesgo conjuntamente de la mano a una mayor inversión).

Debido a que las centralitas virtuales son ubicaciones no físicas en servidores ajenos, los modelos económicos que se prestan son siempre en formato de alquiler y pagos periódicos recurrentes.

En vez de invertir en una máquina de varios miles de euros de un solo golpe, los pagos se limitan mes a mes. Muchos aducen que una centralita es un bien que perdura largo en el tiempo. Lo cierto es que esto era cierto hace una década. Actualmente las tecnologías avanzan implacablemente y disponer de las últimas funcionalidades siempre al alcance, sin contar con el mantenimiento económico que requiere una centralita clásica hacen que la centralita virtual, no solo sea más fiable, sino incluso puede llegar a ser más rentable.