El Tribunal Supremo ha reconocido legalmente que el uso de las pantallas digitales perjudica la salud ocular, al sentenciar que el desprendimiento de retina sufrido por una administrativa delante de su pantalla de ordenador es un accidente laboral porque es una lesión producida en lugar y tiempo de trabajo.

Se trata de una sentencia que, tal y como han informado desde la Universidad Complutense de Madrid, anula la anterior dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia que declaró que su incapacidad temporal derivaba de una enfermedad común.

Cientos de millones de trabajadores que utilizan pantallas durante la mayor parte de su jornada laboral están en riesgo, aunque la mayoría no lo sabe. De hecho, en 2015. The Vision Council reconocía que el 72 por ciento de la población desconocía los peligros asociados a la luz de alta energía o luz azul.

El desprendimiento de retina se produce cuando ésta se desgarra dentro del ojo y el líquido que existe en la cavidad vítrea traspasa la retina. Es una afección muy grave y repentina que puede acabar con daños permanentes para la visión del afectado. La mayoría de afectados suele ver destellos luminosos, formas irregulares flotando, pérdida de visión y visión borrosa que aparece de forma abrupta.

No obstante, existen otra graves dolencias retinianas, como por ejemplo, la degeneración macular, que son acumulativas y donde el afectado no suele ser consciente hasta que es demasiado tarde. Si bien el desprendiendo de retina puede intervenirse quirúrgicamente si esta se daña gravemente no existe curación posible.

A pesar de estas cifras, sólo uno de cada 200 trabajadores protege la retina con medios científicamente probados de los efectos de la luz que emiten las pantallas, lo que significa que todavía millones de personas de todo el mundo carecen de la protección necesaria pese a que se vean obligados a trabajar delante de ellas.

"Cada día aparecen nuevos casos de personas con serios efectos provocados por las pantallas y el hecho de que la sentencia del Tribunal Supremo reconozca que el desprendimiento de retina sufrido por una administrativa delante de su pantalla de ordenador sea considerado como accidente laboral (suceso) y no proceso, hace que se reconozca una realidad con la que convivimos pero que desgraciadamente se desconocía", han dicho desde la universidad madrileña.

Por ello, el CEO de Reticare ha destacado la necesidad de abrir un debate antes de que sea "demasiado tarde", con el fin de adecuar el uso de la tecnología con las limitaciones del cuerpo y mente. "A los que conocemos los efectos nos sorprende la poca atención que prestamos a nuestros ojos, especialmente cuando los riesgos que corremos son de daños acumulativos, irreversibles, permanentes e incurables", ha enfatizado.