José Ángel Prenda, uno de los cinco integrantes de La Manada condenado a nueve años de cárcel por abusar sexualmente de una joven madrileña de 18 años en Pamplona durante los Sanfermines de 2016, regresó la madrugada del sábado a a su domicilio del barrio sevillano de Amate.

Minutos antes de las siete de la mañana accedieron caminando a la vivienda tres personas con el rostro oculto con capuchas, según pudo comprobar Efe.

Primero llegó una pareja de personas con la capucha puesta y minutos después apareció una tercera persona con una cazadora con capucha y pantalones vaqueros.

Posteriormente fue entrando en la casa, en la que se podía escuchar el ruido propio de una celebración, otras cuatro personas.

Los integrantes de La Manada se encuentran desde el viernes en libertad provisional bajo fianza de 6.000 euros, una decisión frente a la que han anunciado recurso la Fiscalía y las acusaciones populares.

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Navarra decretó la prisión provisional mientras se resuelven los recursos que todas las partes del proceso han presentado contra la sentencia inicial en el Tribunal Superior de Justicia de Navarra.

Cuatro de los condenados, José Ángel Prenda, Jesús Escudero, Alfonso Jesús Cabezuelo y Antonio Manuel Guerrero están también imputados, en una pieza derivada del caso de los Sanfermines, por una supuesta agresión sexual a una joven de Pozoblanco (Córdoba) en mayo de 2016.

Ayer, la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, en un acto político celebrado en Pamplona, dijo que la separación de poderes y el respeto a la justicia "no obligan al silencio" antes de advertir del riesgo de "divorcio" del poder judicial y la sociedad.

Barkos, que no mencionó expresamente ningún caso concreto, como el de La Manada o el de los jóvenes de Alsasua, mostró su "preocupación más extrema" por recientes resoluciones judiciales, ante las que expresó su "incomprensión".

Las manifestaciones celebradas en Pamplona en un tono "irreprochable" -dijo- son reflejo de "la enorme distancia que separa a la sociedad de parte de la judicatura" y esas movilizaciones personalmente le han llenado de "orgullo". En ese sentido, apuntó que existe un "divorcio cierto, claro y evidente del conjunto de la