Uno de los hermanos acusados del asesinato del holandés Martin Verfondern en la localidad orensana de Petín, Julio R.G., ha reconocido hoy su implicación parcial en el crimen al admitir que ocultó el cadáver y que lo trasladó a un lugar de difícil acceso para evitar que fuese encontrado.

No obstante, ha aclarado que no sabe quien lo mató y que ya lo encontró "muerto", sin explicar quién lo pudo asesinar.

“Paré el coche, vi que no se movía y que estaba muerto. Pensé que había tenido un problema con alguien y no se me ocurrió otra cosa que quitarlo de allí", ha manifestado el acusado, Julio R.G., a quien la Fiscalía le atribuye un papel de coautor o como encubridor de la muerte.

Ha situado a su hermano en el lugar, al decir que movieron el cuerpo "juntos" para depositarlo en la parte de atrás del vehículo.

Durante su declaración ha relatado que cogió el coche y, al ver que el vehículo empezaba a humear, lo detuvo y ocultó el cadáver para que no lo encontraran, tras relatar las malas relaciones que había entre su familia y la del holandés en aquel momento.

Julio ha añadido que en ese momento decidió llevar el cuerpo a otra zona de difícil acceso y ocultar el cuerpo para tapar lo ocurrido porque pensó que podría haber sido alguien de su familia, un dato que ha salido por primera vez en la causa, ya que en el juzgado aseguró que su hermano no estuvo.

Por su parte, el supuesto autor del crimen relacionado con desavenencias relacionadas con los montes comunales, Juan Carlos R. G., en prisión preventiva desde que confesó su autoría ante la Guardia Civil en diciembre de 2014, se acogió a su derecho a no declarar esta mañana, en el juicio que celebra la sección segunda de la Audiencia Provincial de Ourense, con jurado popular.