El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, y la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, anunciaron hoy en Camberra el inicio oficial de las negociaciones para un tratado de libre comercio (TLC).

"Esto significa más trabajos para los australianos y los europeos, más oportunidades y más inversiones", dijo Turnbull en una rueda de prensa en la que también estaba presente el ministro australiano de Comercio, Steve Ciobo.

Malmström remarcó que "la agricultura y los indicadores geográficos son muy importantes" para los miembros de la Unión Europea y aunque prevé que las negociaciones podrían ser difíciles, el bloque está "muy bien preparado" para hacerle frente.

"Hemos trabajado mucho para identificar el alcance y conocer los diversos intereses y dificultades. Vamos a hallar la manera (de hallar un acuerdo)", precisó la comisaria de la Unión Europea (UE), quien viajará esta semana a Nueva Zelanda para dar inicio a las negociaciones formales para un acuerdo similar.

El anuncio de hoy se da en medio de las preocupaciones de Australia y la Unión Europea frente a medidas proteccionistas como las implementadas por Estados Unidos y China, por lo que el inicio de las negociaciones bilaterales "envía un muy fuerte mensaje político", recalcó Malmström.

En mayo pasado, la Comisión Europea recibió el encargo de iniciar las negociaciones con Australia y Nueva Zelanda, países con los que el bloque europeo ya coopera a través de otros acuerdos de cooperación.

Según el mandato a la Comisión, los TLC con Australia y Nueva Zelanda buscarán reducir los aranceles sobre las mercancías y mejorar el acceso a los servicios y a la contratación pública en ambos países, así como proteger sectores vulnerables como la agricultura.

La UE es el segundo socio comercial de Australia, así como el tercer destino de la venta exterior de sus productos y el segundo de las exportaciones de servicios australianos.

Según datos de la UE, el volumen anual del comercio bilateral ascendió a más de 47.700 millones de euros en 2017.