El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, se reunió hoy con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, para tratar el resultado de la histórica cumbre del presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un.

"Creo que va a haber mucho trabajo que hacer, pero confío en que ambas partes van a ser capaces de cooperar y de traer la paz a la península coreana", dijo Pompeo a Moon al comienzo del encuentro, según informó la oficina presidencial surcoreana.

Trump y Kim firmaron al término de su cumbre del martes una declaración en la que se comprometen a abrir una nueva era de relaciones y a establecer "una paz estable y duradera" mientras Washington brinda garantías de supervivencia al régimen y trabajan para lograr la desnuclearización de la península coreana.

"Estoy convencido de que hemos dado finalmente un primer paso importante y que podemos trabajar juntos para brindar los mejores resultados a nuestros ciudadanos", añadió Pompeo, quien explicó a periodistas en Seúl horas antes de su reunión con Moon, que será él quien lidere las siguientes fases de diálogo con Pyongyang.

El secretario de Estado agradeció al presidente surcoreano, quien se ha reunido dos veces con Kim Jong-un desde abril, su trabajo para mediar entre Pyongyang y Washington para lograr que se celebrara la histórica cita.

"Si no hubiera sido por ese esfuerzo, no creo que se hubiera podido acordar un encuentro y unas exitosas conversaciones entre el presidente Trump y el líder Kim Jong-un", afirmó.

Moon, por su parte, transmitió a Pompeo su satisfacción por el resultado de la cumbre, que consideró que ha alejado la sombra de una posible guerra en la región.

"Hay muchos puntos de vista sobre el resultado de la cumbre, pero lo que es más importante es el hecho de que ha permitido liberar al mundo entero, incluyendo a los ciudadanos estadounidenses, japoneses o chinos, de las amenazas de una guerra nuclear y de los misiles de largo alcance", aseguró el mandatario surcoreano.

No hubo mención al inicio de su reunión sobre la suspensión de maniobras conjuntas anuales de Corea del Sur y EE.UU. anunciada por sorpresa por Trump al término de la cumbre.

Corea del Norte considera estos ejercicios como un ensayo para invadir su territorio, por lo que las palabras de Trump se interpretan como una concesión hacia el régimen para lograr su desnuclearización.

Pompeo tiene previsto reunirse hoy también en Seúl con sus homólogos surcoreana y japonés, Kang Kyung-wha y Taro Kono, para seguir detallando en profundidad los pormenores de la cumbre de Singapur.