El único de los cuatro condenados que defendía su inocencia por recoger dos kilos de cocaína camuflados en ropa deportiva en un paquete postal enviado desde Colombia ha visto cómo el Tribunal Supremo (TS) acaba de ratificar la pena impuesta en su día por la Audiencia Provincial de Tenerife. H.S.O.H. deberá cumplir tres años y tres meses de prisión, así como hacer frente a una multa de 40.000 euros, al considerarse que cuando fue a recoger un paquete de una pureza que oscilaba entre un 66 y un 71%, con lo que hubiese alcanzado un valor de 67.000 euros, era consciente de cuál era su contenido.

A los otros tres imputados ya se les condenó a seis años y seis meses de prisión y a pagar 200.000 euros en un caso; a otro a seis años y un día, a abonar 100.000 euros y a un año más por tenencia ilícita de arma, y al último de ellos a tres años y tres meses y a desembolsar 80.000 euros.

H. S. O. H. aseguró en la vista oral, que tuvo lugar el pasado año y reiteró luego ante el Supremo que fue a recoger el paquete porque se lo pidieron como favor porque no podía ir otra persona. El trayecto fue seguido por la Policía, que pudo comprobar cómo M.R.M.A. condujo el coche hasta donde estaba la empresa, aparcó a medio kilómetro, insistió en meter el paquete en el maletero y luego fueron a su domicilio. Previamente, hubo otro envío a finales de 2014 que fue interceptado por las autoridades de Estados Unidos, que sustituyeron su contenido por una sustancia inocua. Por ello, desde Colombia remitieron este segundo paquete, cuando ya las alarmas por parte de las fuerzas de seguridad de Tenerife estaban encendidas. El Supremo no otorga credibilidad alguna a las palabras de H.S.O.H., especialmente cuando admite que fue a recoger el paquete por petición de una persona a la que no le unía una especial relación, sino que apenas era un conocido de San Matías. A ello se une que el resto de miembros no tenía ningún impedimento físico para ser quienes se hicieran cargo del envío y que su acompañante aparcó a la distancia suficientemente alejada de la paquetería para evitar un vigilancia policial que le vinculara con el recurrente. Por el contrario, sí se otorga plena validez la declaración del imputado que hizo de conductor, quien manifestó que propuso a H.S.O.H. recoger el paquete a cambio de dinero, sabiendo en todo momento cuál era su contenido.