La decisión del ministro de Cultura, Màxim Huerta, de no dimitir tras conocerse que fue sancionado el año pasado por fraude fiscal ha sido acogida con preocupación en el grupo socialista del Congreso, donde varios diputados creen que el presidente Pedro Sánchez debería hacer algún movimiento.

Aunque la portavoz del grupo y ''número dos del PSOE, Adriana Lastra, ha quitado importancia al asunto esta mañana en RNE, diversos diputados consultados consideran que es "muy difícil aguantar" la presión que ejercerán el resto de grupos, sobre todo el PP, y que Sánchez tiene una buena ocasión para enviar el mensaje de que "no le va a temblar el pulso" y de que "quien la haga, la pague".

También ha molestado la noticia de Huerta a los diputados del PSC: "No debemos perder ni empuje ni relato por él", ha dicho uno de ellos, tras reconocer que sus compañeros no están nada contentos con el asunto.

Algunos socialistas lamentan que después del análisis muy positivo del Gobierno que hicieron todos ayer en la reunión del grupo y el buen ambiente que hubo en la cena que tuvieron, el ejecutivo que tanto ha ilusionado a la sociedad empiece ya a "cojear" por un elemento que lo "mancha".

Estos reconocen que la decisión para Sánchez es "muy complicada" y que lo ideal sería que fuera el expresentador de televisión el que renunciara al cargo, pero creen que lo importante es evitar que el PP convierta la primera sesión de control al Gobierno en un monográfico sobre el fraude fiscal de Màxim Huerta.