UGT ha indicado que es de "justicia social" que los salarios suban más porque los precios están repuntando, después de la que la inflación interanual haya crecido un 2,1% en mayo, debido especialmente al incremento de los precios de carburantes y de la electricidad.

Según el sindicato, a pesar del alza de los precios y de que la economía creció un 3% interanual en el primer trimestre, los salarios continúan "prácticamente congelados" y la remuneración por asalariado aumenta solo el 0,4%, mientras el excedente empresarial crece a un ritmo del 4,8%.

"Lo que queda claro, tal y como prevén la mayoría de analistas, es que la inflación va a repuntar en lo que queda del año, y que eso repercute en una pérdida de poder de compra de los salarios. En una situación en la que el PIB está creciendo (por quinto año consecutivo) por encima del 3%, y las empresas obtienen beneficios récord, no es admisible que los trabajadores y las trabajadoras vean reducida su capacidad de compra", denunció UGT.

Por todo ello, el sindicato defendió que los salarios deben crecer más porque se dan las condiciones económicas para que así sea, y las empresas "deben asumirlo". "Es necesario por razones de eficiencia económica (aumentar el consumo de las familias e incentivar mejores empleos) y de justicia social (reducir los niveles de pobreza y la desigualdad)", subrayó.

De esta forma, el planteamiento de UGT en la negociación colectiva pretende conseguir que se asegure que los salarios en ningún caso crecerán menos que la inflación, que además recuperen parte del poder de compra perdido en los años anteriores, y que, allí donde sea posible, en función de la productividad generada, los sueldos crezcan más. Y también defiende que se "dignifiquen" los salarios más bajos, por lo que reclama un salario mínimo de convenio de 1.000 euros.