Las dificultades para desactivar una bomba de la II Guerra Mundial hallada en Dresde (este de Alemania) obligaron hoy a cerrar el espacio aéreo en la capital sajona y suspender todos los despegues y aterrizajes en su aeropuerto.

El aeródromo aseguró a través de Twitter que las operaciones en sus pistas "no son posibles" debido a los trabajos en torno al artefacto y no precisó cuándo se podrán reanudar.

La detonación de la bomba, de unos 250 kilos, es "compleja y peligrosa", según la policía, y ha forzado la evacuación de 9.000 personas desde ayer en el barrio de Löbtau, entre ellas los residentes en dos residencias de ancianos y una clínica geriátrica.

Un portavoz de la Policía de Dresde aseguró a mediodía que por el momento no se puede anticipar cuándo los artificieros podrán desactivar la bomba y que resulta difícil trabajar con celeridad y minimizar a la vez el riesgo de explosión.

Explicó asimismo que el principal problema en estos momentos es cómo enfriar el artefacto, después de que a raíz de la explosión parcial de esta madrugada comenzase un incendio que aún no ha podido ser totalmente sofocado.

La explosión se produjo después de que los especialistas trataran de encender a distancia el detonador de la bomba, ya que era imposible acceder a él directamente.

Una vez se logre rebajar la temperatura de la bomba, los artificieros emplearán primero una máquina y luego tratarán de acercarse personalmente al artefacto.

El hallazgo de bombas sin explotar de la II Guerra Mundial es frecuente en Dresde, una ciudad que sufrió un intenso bombardeo de estadounidenses y británicos entre el 13 y 14 de febrero de 1945, en el que murieron miles de civiles.