El cadáver de un hombre secuestrado por un grupo de milicianos en un ataque contra un equipo de desminado en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, ha sido encontrado en la misma región, según han informado las autoridades locales.

El hombre hallado muerto era el sexto trabajador del equipo de desminado del proyecto de gaseoducto internacional TAPI, que fue atacado por hombres armados el lunes en el distrito de Maiwand. Los milicianos mataron a cinco de los trabajadores en el ataque y se llevaron al sexto secuestrado.

Qadeer Mutfi, portavoz del Ministerio de Minas, ha confirmado el hallazgo del cadáver y ha señalado que ningún grupo ha reivindicado la autoría del ataque. Un portavoz de los talibán han negado que el grupo integrista esté detrás del atentado. Los talibán se comprometieron a cooperar con la construcción del gaseoducto por la importancia que tendrá para el desarrollo del país centroasiático.

El gaseoducto international TAPI, dotado con una inversión de unos 8.000 millones de dólares, está diseñado para transportar 33.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año desde Turmenistán por territorio afgano con destino a Pakistán e India.

La promesa de colaboración de los talibán ha hecho aumentar la esperanza de que las cuestiones de seguridad no pongan en riesgo el proyecto aunque el gaseoducto transcurre por zonas controladas por fuerzas insurgentes y grupos armados que combaten contra las fuerzas del Gobierno afgano.