Tras meses de expectación, el príncipe Enrique y Meghan Markle se convirtieron ayer en marido y mujer en una ceremonia en la que las grandes ausencias, como la del padre de la novia o los miembros de la realeza europea, se contrarrestaron con invitados de renombre. Entre estos últimos, los que más interés despertaron fueron el exfutbolista David Beckham y su mujer, la ex Spice Girl Victoria Beckham, que tan solo encontraron otro matrimonio digno de competencia, el formado por el actor George Clooney y la abogada Amal Clooney. Tanto Victoria Beckham, de 44 años, como Amal Clooney, de 40, se cubrían, tal y como dicta el protocolo, con sendas pamelas en la cabeza, la más llamativa, la de la mujer del actor estadounidense, de un amarillo mostaza a juego con su vestido.

El cantante Elton John también se encontraba entre los 600 invitados VIP que pudieron hacerse con un asiento en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, donde tuvo lugar el enlace, mientras que otros 1.200 "ciudadanos de a pie" tuvieron que conformarse con seguir la ceremonia desde pantallas gigantes situadas en los jardines de la fortaleza. Otro conocido cantante que no quiso perdese el acontecimiento del año en el Reino Unido fue James Blunt, quien acudió acompañado de su esposa, Sofia Wellesley, hija del duque de Wellington.

La presentadora estadounidense Oprah Winfrey, el actor británico Idris Elba o la tenista Serena Williams también quisieron acompañar a los novios en un día tan especial, así como parte del elenco de la serie "Suits", que la novia protagonizó desde 2011 a lo largo de siete temporadas.

La familia real británica, como no podía ser de otra manera, acaparó todas las miradas de los más de los más 100.000 curiosos que se acercaron ayer a Windsor, con la matriarca, la reina Isabel II, y su marido, el duque de Edimburgo, a la cabeza. El progenitor de Meghan Markle, por su parte, fue la gran ausencia de la ceremonia, por haberse tenido que someter a una operación de corazón esta semana en México, su lugar de residencia. Tampoco se dejó ver a ninguno de los miembros de las casas reales europeas, ni políticos británicos ni internacionales, aunque eso no quitó a la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, de felicitar ayer por Twitter a la pareja y expresarles sus "mejores deseos". Chelsy Davy y Cressida Bonas, dos exnovias del príncipe Enrique, sí que acudieron a la boda.