Defensor a capa y espada del White Hat, el “sombrero blanco” que identifica a quienes optan por posicionar en Google sin saltarse sus normas, Romuald Fons cree que el avance en la inteligencia artificial hace inútiles las técnicas del “lado oscuro” para trampear. Con más de 1.400 webs en su haber y reconocido como uno de los expertos SEO más prestigiosos del mundo, el hombre que ha revolucionado la enseñanza del posicionamiento online en el mundo hispano, Romuald Fons, nos da las claves sobre lo que a día de hoy más le importa a Google: satisfacer al usuario.


El SEO está inmerso en un proceso de cambio a raíz de la implantación del Mobile-First Indexing. ¿Cómo va a afectar a esas dos maneras antagónicas de entender las técnicas de posicionamiento como son el Black Hat y el White Hat?

El Black Hat lo tiene cada vez más negro, nunca mejor dicho, y el White Hat es lo que domina. Cada vez más los “blackhateros” se están pasando al White.

Hay un montón de gente haciendo mis cursos que me dice en mensajes privados: “Yo hacía Black Hat pero estoy empezando a hacer dinero desde que te sigo y he comenzado a aplicar estrategias White”.

Y es así. ¿Por qué? Antes cada vez que Google hacía un cambio de algoritmo costaba mucho, pero ahora la inteligencia artificial te lo recalcula todo a una velocidad increíble.

Es mucho más difícil ahora usar estrategias Black. ¿Que las hay? Pues seguro, hecha la ley, hecha la trampa. Pero digamos que “Skynet” cada vez es más inteligente y nos va a costar más engañarla.

Además, una puerta B tiene fecha de caducidad. Entonces, ¿para qué vas a invertir tu tiempo en algo que sabes que no va a durar?

Aún así hay gente que se aprovecha de eso y ofrece cursos basados en estrategias de este tipo.

Mucha, mucha. Sí, ya lo he dicho mil veces: hay mucho gurú vendehúmos, mucha desinformación, mucho falso… Es un sector que, en cuanto a comunidad deja bastante que desear muchas veces.

Cada vez esto está cambiando más, pero te metes y dices “cómo puede ser que todavía haya tanta desinformación”.

Esa picaresca de saltarse las normas hace que haya mucha gente diciendo “Google me va a pillar”. El enfoque es otro: No tienes que tener miedo a que Google te pille, lo que tienes que hacer es lo que funciona en Google. Y ya está, vivirás feliz y tranquilo.

Hay técnicas White Hat que la gente tiene miedo de aplicar porque ven a Google como el enemigo y todo eso es herencia de esas malas prácticas y ese querer engañar a Google, que a menudo se ha vendido que es de lo que trata el SEO.

Cuando precisamente el SEO es todo lo contrario: optimizar tus contenidos para obtener tráfico. Y ya está.

Cuando Google te saca la tarjeta roja por emplear trucos de Black Hat, ¿es muy difícil revertir eso luego?

Sí, lo es. Pero yo diría más: el Black Hat no es SEO. Directamente el Black Hat es engañar a Google. El SEO es optimizar para buscadores, no engañarlos. Decir esto va a hacer que mucha gente me odie, pero es verdad y es lo que pienso.

Hablas de buscadores, en plural. Todos los factores de posicionamiento que se aplican a Google, ¿son extrapolables a motores más pequeños como Bing o Yahoo?

No. Bing y Yahoo son los Google de hace dos o tres años. No tienen nada que ver. Google está avanzando a una velocidad tremenda.

Yo ya no hablaría de factores, yo creo que la idea de “tienes que optimizar estos factores” también se está muriendo porque hay miles y miles de contenidos que no están optimizados para esos factores, pero sencillamente porque responden a la intención de búsqueda de un determinado grupo de usuarios Google ya está posicionándolos. Creo que esto también es bueno.

Es fuerte y no se ha dicho casi nunca: tenemos que empezar a olvidarnos de los factores de posicionamiento y comenzar a pensar en la gente, en saciar al usuario. Tenemos que hacer que se sacie.

De lo que me he dado cuenta es de que cuando el usuario busca algo, vuelve a Google dándole para atrás y sigue buscando, eso es muy malo.

El “dwell time” (tiempo que transcurre desde que una persona hace clic en un resultado de una búsqueda orgánica hasta que vuelve a la página de las SERPs) es muy importante y el “pogo sticking” (cuando regresa rápidamente al buscador tras ver tu página) es malo.

En cambio, si cuando creas un contenido, el usuario lo busca, lo encuentra, se satisface y dice “ya está, no voy a buscar más”, aunque el rebote sea altísimo, eso no quiere decir que sea malo. De hecho, creo que ya es casi lo contrario.

Porque el rebote quiere decir básicamente que el usuario entra en tu página, lee y ya no busca nada más. Eso es bueno.

El rebote es malo cuando el usuario tira hacia atrás o hace otras búsquedas, pero si entra en tu web, se satisface y se va a hacer su vida, eso es buenísimo.

¿Todo esto cómo casa con el problema del “thin content”? Si entro en una web y resuelvo mi duda o problema con el contenido que allí encuentro, pero este es muy escaso, ¿qué ocurre?

No, no, no… Esto es algo en lo que hay que cambiar la idea. El “thin content” no existe porque el contenido sea escaso, sino cuando no aporta nada al usuario.

Por ejemplo, una imagen puede ser un contenido muy bueno. O sea, una url con una imagen puede ser un contenido buenísimo. Esto es lo que la gente necesita entender.

Porque miles de personas me preguntan: ¿El contenido qué longitud debe tener? El contenido tiene que tener la longitud suficiente y necesaria para que el usuario no busque más después, para que sacies su necesidad de información totalmente. Preguntarse por la extensión adecuado, por lo tanto, ya no tiene sentido.