El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, calificó este martes de ilegal la inauguración del puente construido entre la anexionada península de Crimea y Rusia, hecho que consideró como una nueva "violación" de la soberanía ucraniana.

"La construcción ilegal del puente de Kerch es otra evidencia del desprecio del derecho internacional por parte del Kremlin", denunció Poroshenko en un comunicado.

Este puente de 19 kilómetros, construido sobre el estrecho de Kerch sin pasar por territorio ucraniano, fue inaugurado hoy personalmente por el presidente ruso, Vladímir Putin, como una victoria simbólica en "un día histórico para Rusia".

Ucrania, por su parte, que se niega a renunciar a Crimea (anexionada por Rusia en 2014), aseguró que este nuevo "intento de legitimar la ocupación temporal de la península" será en vano.

"El invasor necesitará el puente cuando tenga que abandonar a toda prisa Crimea", afirmó Poroshenko, quien advirtió de que la carga contra Rusia "por sus crímenes internacionales irá en aumento".

En la misma línea, el ministro de Exteriores ucraniano, Pavlo Klimkin, consideró que "ambos extremos del puente son una manera de llegar a ninguna parte".

"Se trata de un puente entre Crimea - donde las personas viven intimidadas o desaparecen- y Rusia - donde arrestan en un solo día a mil personas por protestar pacíficamente-", sentenció Klimkin.

El ministerio ucraniano de Exteriores recordó que Kiev ya ha demandado a Rusia por las pérdidas de los puertos de la zona debido a la construcción del puente de Kerch, que conecta Crimea con la región rusa de Krasnodar.

Asimismo, denunció que esta obra ha tenido un impacto negativo en el medioambiente marino, la navegación y la pesca alrededor del territorio.

En concreto, alertó de que la contaminación causada por la construcción del puente supone un "grave peligro" para los recursos ecológicos del mar Negro y el mar de Azov, además de la destrucción del ecosistema del islote de Tuzla, también reclamado por Kiev como parte de Crimea.

Pese a que la mayoría de los votantes de Crimea apoyaron la denominada "reunificación" con Rusia en un referéndum considerado ilegal por Kiev y por buena parte de la comunidad internacional, desde hace cuatro años los residentes de la península han estado sufriendo las consecuencias del aislamiento de este territorio.

No sólo se impusieron sanciones económicas que incluyen fuertes restricciones a las importaciones y la inversión, sino que también se cortaron todos los vínculos comerciales con el resto del territorio ucraniano.

Esto ha derivado en una fuerte inflación y escasez de muchos productos básicos que continúa hasta el día de hoy.

De hecho, varios expertos pronostican que los precios de los alimentos continuarán batiendo récords este año.

"A finales del mes de abril, el coste de un plato de borscht (sopa tradicional) en Simferópol era un 40 % más alto que en Moscú y San Petersburgo", aseguró hoy Alexéi Doroshenko, director general de la Asociación Ucraniana de Proveedores Comerciales.

Asimismo, consideró que el puente no contribuirá a mejorar los problemas de abastecimiento en la península, pues debido al bloqueo económico los costes de transporte a Crimea siguen siendo "muy altos" para las empresas rusas.

Por su parte, el Ministerio de Infraestructuras de Ucrania recordó que está preparando una "lista negra" con todas aquellas empresas europeas que hayan participado en la construcción del puente.

Según fuentes consultadas por la radio ucraniana Svoboda, entre ellas se encuentran siete compañías holandesas, que incurrieron de este modo en una violación de las sanciones impuestas por la Unión Europea.

La inauguración del controvertido puente coincidió hoy además con la detención en Kiev del jefe de la agencia rusa RIA Novosti en Ucrania, Kiril Vishinski.

El periodista fue acusado de "alta traición" y apoyo a las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, por presuntamente haber viajado a Crimea para realizar "actividades subversivas".