El llamado Grupo de Lima, formado por doce países latinoamericanos, ha pedido este lunes al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que suspenda las elecciones presidenciales previstas para el próximo 20 de mayo.

Los países participantes han asegurado que las elecciones convocadas por Maduro son ilegítimas y no cuentan con la participación de todos los actores políticos del país, tampoco cuenta con la observación internacional independiente ni las garantías necesarias para que se celebre un proceso "libre, justo transparente y democrático".

Además, el Grupo de Lima ha condenado el régimen autoritario de Venezuela y ha asegurado que ha violado la institucionalidad democrática, el estado de derecho y el respeto de los Derechos Humanos.

En la reunión, celebrada en México, los países han analizado las acciones que pueden tomar tanto de forma colectiva como individual tras el 20 de mayo en el ámbito diplomático, económico y humanitario.

El representante de España que ha participado en la reunión, el secretario de Estado de Cooperación Internacional para Iberoamérica y el Caribe (SECIPIC), Fernando García Casas, ha trasladado la "profunda preocupación" con la que el país sigue "la situación de deterioro institucional, económico y social" en Venezuela.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores chileno, Roberto Ampuero, ha señalado que la situación que vive Venezuela se debe "fundamentalmente a la mala gestión del régimen de Nicolás Maduro".

Ampuero ha recordado además, que "los chilenos sentimos una responsabilidad muy grande por Venezuela, porque en épocas difíciles de nuestro país en la historia reciente, tendieron su mano amiga y solidaria". Por esa razón, el ministro chileno ha afirmado que ahora su país "lo que hace es devolver esa mano, ayudar a los venezolanos en este momento tan difícil, tan trágico e inmerecido".