Israel ha mandado "un mensaje claro a sus enemigos e Irán", dijo hoy el presidente del Parlamento, Yuli Edelstein, en referencia al ataque lanzado esta madrugada contra docenas de objetivos militares iraníes en Siria, considerada la ofensiva de mayor envergadura de los últimos años.

"Las reglas del juego han cambiado", aseguró el político israelí, antes de añadir: "no toleraremos ninguna amenaza a la seguridad de nuestros ciudadanos y no aceptaremos el afianzamiento de las fuerzas iraníes hostiles en una distancia cercana", en alusión a la presencia militares iraní en territorio sirio.

Israel sufrió anoche el ataque de unos 20 cohetes contra su línea de defensa de los Altos del Golán, territorio sirio ocupado parcialmente por Israel desde 1967, del que acusó a la "fuerza iraní Al Quds", la unidad de elite de la Guardia Revolucionaria de Irán.

Según fuentes militares israelíes, cuatro de los cohetes fueron interceptados y el resto cayeron en suelo sirio.

El ataque iraní fue lanzado desde las afueras de Damasco, a unos 30 o 40 kilómetros de la frontera y no provocó heridos ni daños.

Ante la ofensiva, el Ejército israelí efectuó la que definió como "una de las mayores operaciones de la Fuerza Aérea en los últimos años y la mayor contra objetivos iraníes", en la que atacó docenas de localizaciones militares, todas las cuales "fueron destruidas", según el portavoz militar Johnatan Conricus.

Entre los objetivos atacados figuran centros de inteligencia asociados con Irán y el Eje Radical, una sede de logística de la Fuerza Al Quds, una instalación militar logística en Al Kiswah, un complejo militar iraní al norte de Damasco y almacenes de munición iraníes en el aeropuerto de la capital siria.

Los enfrentamientos suponen una escalada entre Israel, Siria y su aliado iraní, aunque el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, dijo hoy que no quiere que vaya en aumento, según el diario israelí Haaretz.

Lieberman aseguró que las Fuerzas Armadas atacaron "toda la infraestructura iraní en Siria" y agregó que espera que "este capítulo termine", antes de insistir en que, en todo caso, Israel no permitirá que Irán establezca una "base de primera línea" en territorio sirio.

Sin embargo, añadió en una conferencia de seguridad en la localidad de Herzeliya, que el ataque contra objetivos iraníes no supone "una victoria absoluta", recoge el digital Ynet.