Un nuevo instrumento instalado en las laderas del Teide, en Tenerife, medirá durante dos años variaciones de la luz de la Luna para mejorar la calibración de los satélites de observación terrestre.

Mientras que la superficie terrestre se halla en constante evolución, la cara de la Luna no ha cambiado en millones de años, salvo contados impactos de meteoritos.

Por eso, la luz que refleja la superficie lunar es una fuente de calibración perfecta para los instrumentos de observación de la Tierra. Ahora, un proyecto liderado por la Agencia Espacial Europea (ESA) pretende que sea aún más útil. En el Pico Teide se ha colocado un fotómetro solar por encima de la mayoría de las nubes y del polvo en suspensión, para medir las variaciones nocturnas en la luz de la Luna y, con el tiempo, mejorar la precisión de los trabajos de calibración lunar.

"Agencias espaciales de todo el mundo utilizan la Luna para evaluar y supervisar la calibración de los instrumentos ópticos de observación de la Tierra -explicó Marc Bouvet, responsable del proyecto de la ESA-. Estos instrumentos se calibran cuidadosamente antes de su lanzamiento pero, una vez en el espacio, su rendimiento puede variar debido, por ejemplo, a la radiación, a la contaminación de la lente o a cambios mecánicos".

Según indica, los científicos tienen que estar "seguros" de que los cambios en la luz recibida desde la Tierra representan cambios reales en el terreno, y no cambios en el instrumento.

Por eso, necesitan objetivos de calibración que representen una fuente de luz estable e invariable para identificar cualquier variación en el rendimiento de las mediciones del instrumento espacial.

El instrumento instalado en el Teide es un fotómetro solar, parecido a los que se usan en la red mundial que mide las partículas de la atmósfera. Este se ha adaptado para que funcione por la noche en lugar de por el día.

El proyecto, que cuenta con el apoyo del programa Actividades Básicas de la ESA, lo está desarrollando un consorcio que incluye al Laboratorio Nacional de Física (NPL) del Reino Unido, la Universidad de Valladolid y el Instituto Flamenco de Investigación Tecnológica (VITO) de Bélgica.

"Nuestro objetivo es observar el disco completo de la Luna durante un periodo de dos años para poder crear un modelo de radiación lunar mucho más preciso. Hoy, el mejor trabajo de modelización presenta un 10% de incertidumbre a este respecto, y queremos que se reduzca al 2 por ciento aproximadamente", comentó.