> Al menos catorce personas han muerto como consecuencia de un derrumbe registrado en el interior de una mina de jade en el norte de Birmania este viernes, el último de una serie de accidentes que ha afectado al sector.

Birmania es uno de los mayores productores de gemas y el Gobierno, liderado ''de facto'' por la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, ha prometido reforzar los controles tras un deslizamiento de tierras en una mina de jade que mató a más de 100 personas en 2015 en el estado de Kachin, el mismo en el que este viernes se ha registrado el derrumbe.

El accidente de este viernes ha tenido lugar a primera hora de la mañana en la localidad de Wai Hka, donde los trabajadores estaban rebuscando entre los escombros en busca de jades descartados. "He escapado por poco. La terreno se ha venido abajo y ha matado a varias personas", ha contado Min Naung, un minero de 30 años de edad.

Muchas de las minas de jade son propiedad de compañías relacionadas con los líderes de la junta militar y con empresas chinas. Los trabajadores, muchos de ellos desplazados de otras zonas de Birmania, trabajan largas jornadas en condiciones peligrosas y por bajos salarios.

"Para salvaguardar las vidas de personas y reducir el riesgo de deslizamientos de tierras, las empresas deberían cumplir la ley minera cuando realizan excavaciones", ha afirmado Chit Kaung, el alcalde de Wai Hka, donde la mayoría de los 50.000 habitantes trabajan en minas.

El grupo ecologista Global Witness sitúa el valor de la producción en Birmania en cerca de 31.000 millones de dólares (unos 25.800 millones de euros) en 2014. Los expertos dicen que la mayoría de las gemas llegan de contrabando a China.