La Audiencia Provincial acogió el pasado lunes el juicio a Y.E.T. y su expareja, F.J.F.P., acusados de un delito de apropiación indebida por valor de 90.000 euros y falsedad documental. La Fiscalía pide a Y.E.T. tres años y un mes por el primero de estos cargos y tres por el segundo, mientras que F.J.F.P. sería presuntamente responsable de falsedad documental, y, por lo tanto, se le piden 3 años de cárcel. El Ministerio Público y la representación de la empresa exigen a ambos la devolución del dinero supuestamente sustraído.

Desde junio de 2013, Y.E.T. ejerció todas las funciones en materia de contabilidad, facturación, contratación, pagos a proveedores y transferencias bancarias, para lo cual disponía de las claves precisas. Durante este tiempo elaboró un contrato a nombre de F.J.F.P. y lo dio de alta en la Seguridad Social, a la vez que elaboró 12 nóminas de 1.400 euros cada una, pese a que nunca llevó a cabo ninguna actividad laboral.

Según la Fiscalía y la acusación, Y.E.T. se atribuyó salarios de 1.700 euros e incluso más, pese a que el dinero acordado era de 1.400 euros mensuales que el propietario de la empresa le daba en mano. Y ello fue así, ya que durante un período de tiempo no estuvo dada de alta en la Seguridad Social, pero cobraba la prestación por desempleo. También es acusada de transferir distintas cantidades (entre los 600 y los 1.100 euros) desde la cuenta de la empresa a la suya propia. Todo ello habría generado un perjuicio económico a la entidad por valor que la Fiscalía fija en 88.600 euros y de 90.000 según la acusación. La acusada justificó el desfase porque muchas veces tenía que pagar a los trabajadores con dinero de su bolsillo para hacer frente a gastos menores, cantidades que luego cargaba a la cuenta de la empresa. Dijo que era el dueño el que tenía las claves para disponer de los fondos y que cuando volvió de una baja de maternidad le pidió que estuviera un tiempo sin estar dada de alta y ella aceptó. Del otro acusado indicó que era su pareja entonces y que fue contratado para hacer gestiones en bancos o Hacienda. Aseguró que la enemistad con el jefe comenzó por un asunto personal y que llegó a amenazar con denunciarla por cobrar el paro de forma indebida. F.J.F.P. declaró que comenzó a trabajar porque su expareja se lo pidió y él estaba en el paro. Varios trabajadores de la empresa dijeron que nunca lo vieron en la oficina.