La Fiscalía de Santa Cruz solicita 14 años de cárcel a R.L.Ll. por considerarlo autor de un delito de homicidio por omisión que acabó con la vida de una transexual que ejercía la prostitución en la capital tinerfeña. El Ministerio Público pide que, de ser condenado, pague 120.000 euros a los herederos de la víctima.

Fue a las tres de la mañana del 23 de octubre de 2016 cuando el acusado se dirigió a la vivienda donde residía esta ciudadana nacida en Venezuela que se anunciaba a través de Internet con determinados pseudónimos. Ambos se conocieron días antes por medio de esta vía y se pusieron en contacto con el fin de mantener relaciones sexuales de pago, tal y como ocurrió aquella noche. Sin embargo, a las 5:15 horas de la madrugada se inició una discusión motivada por un desacuerdo sobre el servicio sexual prestado. Tras forcejear, la víctima consiguió que R.L.Ll. saliera a los pasillos exteriores de la vivienda, a pesar de lo cual volvió a entrar provisto de un cuchillo de grandes dimensiones de, al menos, 18 centímetros de longitud y cuatro de ancho.

La transexual había pedido ayuda a sus compañeras de piso, lo que no evitó que el procesado entrara de nuevo en su cuarto y continuase con la discusión, impidiéndole además que abandonara el mismo. Para ello, el acusado se valió del temor y miedo que causaba en la víctima, a la vez que se movía de un lado a otro de la habitación cerrándole el camino hacia la puerta. La única posibilidad que le quedó a la prostituta fue solicitar ayuda y auxilio a los vecinos a través de la ventana que daba a un patio interior. La pelea se fue haciendo cada vez más intensa y en un momento dado, con el fin de acabar con su vida, el investigado le asestó una cuchillada que le alcanzó el antebrazo izquierdo, lo que provocó la histeria y el pánico ante la agresión sufrida. Movida por la intención de salvar la vida a toda costa y al no poder escapar por la puerta de la habitación, salió por el alféizar de la ventana mientras gritaba: "Auxilio, me mata" y "me ha apuñalado en el brazo". Cuando vio que el acusado se acercaba a ella para continuar atacándola, la agredida intentó pasar a la ventana más cercana, momento en el que perdió el equilibrio y se precipitó al vacío. Finalmente, cayó al patio desde una altura de 11 metros, y tras ser atendida por vecinos y agentes de la Policía Nacional que acudieron al lugar, falleció luego en el Hospital de La Candelaria debido al "shock" traumático.