La Guardia Civil ha detenido a una persona e imputado a otra por estafar más de 70.000 euros a cerca de un centenar de turistas nacionales y extranjeros con falsas reservas de alojamientos rurales a través de internet.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, junto al general de la Guardia Civil de la VI Zona, José Hermida, y el capitán jefe de la compañía, Antonio Carrillo, han informado hoyt en Xátiva de esta operación, denominada "Poisón Apple".

En la operación, realizada por el Equipo de Policía Judicial y la Guardia Civil de Xátiva, se ha detenido a una persona y se ha imputado a otra más presuntamente acusados de más de 100 estafas donde los autores realizaban "pishing" de alojamientos rurales, según un comunicado de Delegación del Gobierno.

Desde el pasado mes de noviembre de 2016, la Guardia Civil investigaba un fraude en la localidad valenciana de Chella, donde se realizaban estafas nacionales e internacionales haciéndose pasar por propietarios y gestores de páginas web y alojamientos turísticos.

Fruto de las investigaciones y las pesquisas obtenidas por los agentes, se pudo comprobar que se trataba de dos varones que suplantaban la identidad de terceras personas para estafar a los clientes.

La fase de explotación desarrollada por la Guardia Civil culminó con la detención de un varón de 46 años, y la investigación de otro de 41 años, ambos de nacionalidad española, por su implicación en delitos continuados de estafa, usurpación de estado civil y falsedad documental.

El detenido es ingeniero informático, cuyos conocimientos le han permitido presuntamente realizar estas estafas a través de la red.

El método utilizado por los autores era el "pishing", consistente en la suplantación de una página web para que parezca como la original.

Así captaban datos de las casas rurales de varios portales de gestión de alquileres y cuando algún cliente decidía alquilar un alojamiento, al ponerse en contacto con el propietario de dicha casa rural era desviado al correo electrónico de los autores.

Los estafadores se hacían pasar por los dueños de las casas, enviando a los clientes un contrato de arrendamiento falsificado con los datos de los propietarios para hacer más creíble el engaño, y solicitaban el pago total o parcial del alquiler.

Inmediatamente antes de que las personas estafadas pudiesen darse cuenta y anular las transferencias, retiraban el dinero.

Las diligencias han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Xàtiva.