El reivindicativo presidente de la asociación de vecinos La Baranda, Gerardo de la Rosa Díaz, presentó recientemente su dimisión como máximo responsable de este colectivo, tras más de una década de lucha para tratar de que el Ayuntamiento norteño reciba la urbanización La Baranda.

De la Rosa Díaz fue presidente de la citada asociación en dos etapas, la última desde el 28 de noviembre de 2008.

El presidente de este colectivo dimite por discrepancias con miembros de su junta directiva: "Teníamos un mandato de la asamblea para seguir negociando y buscando fórmulas para lograr que el ayuntamiento recibiera la urbanización sin ninguna derrama más por parte de los vecinos. La sorpresa fue que, en la última reunión, varios miembros de la junta omitieron ese acuerdo y pasaron directamente a plantearme la necesidad de buscar una nueva junta para negociar con el alcalde y buscar fórmulas para abaratar nuestra entrada en el municipio", explica.

"Ante esta situación, lo más coherente para mí era presentar mi renuncia -recalca-. Luego han surgido otras voces, pero al final creo que por el bien de La Baranda, para que siga la unidad y no se rompa la asociación, serán los vecinos los que deben decir cómo actuar".

De la Rosa rechaza que los vecinos tengan que aportar más derramas

De la Rosa asegura que su intención era "cumplir el mandato de la asamblea e informar al vecino puerta a puerta, entregándoles un carta que posteriormente sería enviada al alcalde, manifestándole que la asociación no eran unos cuantos, sino que manteníamos nuestra firmeza en la negociación al amparo de las firmas que íbamos a recoger".

"La carta abierta al ayuntamiento pretendía decirle por escrito al gobierno que los vecinos no estábamos de acuerdo en poner ni un duro más para su recepción", sentencia Gerardo de la Rosa.