El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha defendido hoy que en España "no hay presos políticos" y que no hay "nada de izquierdas en la causa secesionista", pero se ha mostrado "respetuoso con la autonomía de organizaciones sindicales" que participaron el domingo en la marcha en favor de la excarcelación de los políticos independentistas.

Sánchez ha reconocido, en una entrevista en RNE, que ha hablado de la participación en esa manifestación de UGT y CCOO en Cataluña con el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, y que le "consta que él tampoco está cómodo" con esa situación.

Ha dicho también que no se arrepiente de no haber intervenido en el control de TV3 con la aplicación del artículo 155 y que ERC y el PDeCAT tienen que "reflexionar profundamente sobre el horizonte que ofrece Puigdemont y decidir si continúan siendo presos de su estrategia personalista o se independizan de él".

A su juicio, el expresidente Puigdemont lo que quiere es "ir a elecciones para desestabilizar la política de Cataluña y España", ha dicho.

Convencido de que "puede haber liderazgo suficiente en el bloque independentista para abrir un tiempo nuevo" de diálogo y de reconstrucción de puentes de convivencia dentro de Cataluña, ha admitido que tener encarcelados al exvicepresidente Oriol Junqueras y otros miembros del anterior Govern "hace más compleja la solución" política a esta crisis.

No obstante, ha defendido que estos "tienen que responder ante la justicia, por que en España no hay ciudadanos de primera y de segunda" y ha comparado sus casos con el de los exgobiernantes madrileños Ignacio González y Francisco Granados, con el argumento que todos ellos son "personas que valiéndose de su posición política han violentado la ley a sabiendas de que estaban incurriendo en la ilegalidad".