Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Cinetíficas (CSIC), con la participación del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, han constatado que el plástico vertido en el mar libera hasta 23.600 toneladas métricas de carbono orgánico disuelto en el agua, y que estimula el crecimiento de las bacterias marinas.

Según ha informado el CSIC este jueves en un comunicado, el estudio, hecho los dos últimos años y con la colaboración de la Universidad de Viena, ha expuesto a radiación solar distintos envases y bolsas de plástico flotando en el mar para analizar qué compuestos liberan y sus efectos en el ecosistema marino.

Tras cinco días de exposición, observaron que las bacterias habían consumido el 60% del carbono orgánico disuelto, y que incluso los microorganismos consumían más rápidamente los residuos no expuestos a la radiación.

Los científicos advierten de que los plásticos vertidos experimentan procesos de degradación, que provocan su ruptura en trozos pequeños imposibles de filtrar por las depuradoras.

Se calcula que hoy más de cinco billones de trozos de plástico flotan en el mar, y los investigadores apuntan que los residuos vertidos aumentarán hasta 10 veces en la próxima década.