La Vía Láctea, compuesta por miles de millones de estrellas, podría seguir aumentando de tamaño, según ha revelado un estudio presentado en la Semana Europea de Astronomía y Ciencia Espacial (EWASS), que comenzó ayer en Liverpool, Reino Unido.

La galaxia en la que habitamos "ya es bastante grande", pero "nuestro trabajo muestra que su parte visible, al menos, está aumentado de tamaño lentamente, a medida que se forman estrellas en sus alrededores", explicó en un comunicado una de las autoras, Cristina Martínez-Lombilla, investigadora de Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

La experta presentará en detalle las conclusiones del estudio en la EWASS 2018, junto a sus colegas de la Sociedad Astronómica Real (Reino Unido) y la Sociedad Astronómica Europea.

De acuerdo con Martínez-Lombilla, ese crecimiento de nuestra galaxia "no será rápido", pues "si pudiéramos viajar en el tiempo hacia adelante" y ver la Vía Láctea dentro de 3.000 millones de años, "constataríamos que sería en torno a un 5% más grande que ahora".

Entre las dificultades que se encuentran los científicos para estudiar la expansión de la Vía Láctea destaca el hecho de que "estamos dentro de ella", por lo que deben buscar otras galaxias similares para trazar paralelismos.

Este equipo de investigadores analizaron datos obtenidos a través del Sloan Digital Sky Survey (SDSS) -proyecto de astronomía que genera mapas detallados del Universo- y de los telescopios espaciales GALEX y Spitzer.

Con esos instrumentos estudiaron los colores y movimientos de las estrellas situadas en la zona exterior del disco que forma parte de otras galaxias, a fin de calcular su velocidad de desplazamiento y su impacto en el crecimiento de la respectiva galaxia.

Asimismo, comprobaron que galaxias similares a la nuestra crecen a un ritmo aproximado de 500 metros por segundo, lo suficientemente rápido como para cubrir los casi 355 kilómetros que separan a Londres de Liverpool en unos 12 minutos.

Sin embargo, proceso de expansión podría alterarse en un futuro lejano, pues los expertos prevén que la Vía Láctea colisionará con la galaxia Andrómeda dentro de unos 4.000 millones de años, lo que cambiaría radicalmente la forma de ambas tras la fusión. Al hilo de esta investigación, los distintos expertos presentarán en la EWASS 2018 el primer mapa cronológico a gran escala del núcleo de la Vía Láctea.