El exdelegado del Gobierno en Ceuta Luis Vicente Moro, que trabajó dos años en Constructora Hispánica, una de las sociedades que aparecen en los papeles de Bárcenas como donante del PP, ha explicado que la empresa contrataba a jóvenes del partido como contraprestación.

Moro ha declarado hoy como testigo, junto con el exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega, en el marco del caso sobre la supuesta caja B del PP que se destapó a raíz de la publicación de los papeles del extesorero del PP con donativos de empresarios a cambio presuntamente de adjudicaciones.

El exdelegado del Gobierno ha explicado que él trabajó dos años (de 2006 a 2008) en Constructora Hispánica como técnico y que las relaciones de su expresidente Alfonso García Pozuelo con los extesoreros del PP Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas, y también con el exsecretario general del PP Francisco Álvarez Cascos, eran muy fluidas.

García Pozuelo es uno de los empresarios arrepentidos en Gürtel que se encuentra a la espera de sentencia de la primera época de la trama y ya compareció hace un año como investigado en el caso Bárcenas, si bien se acogió a su derecho a no declarar.

En la contabilidad paralela del partido de Bárcenas se refleja que García Pozuelo habría pagado al PP al menos 72.000 euros en el año 2000 y otros 90.000 más en 2003 y 2004.

Moro ha dicho hoy al juez que en la constructora todo el mundo intuía que se trabajaba de modo opaco y había dinero negro que generaban los negocios en gasolineras de García Pozuelo y que, según él deduce, ese dinero se pagaba al PP.

Según ha indicado, los dirigentes de la constructora mantenían reuniones en la sede del PP de la calle Génova y la empresa contrataba a jóvenes del partido, aunque nunca a gente relevante, como contraprestación.

Moro ha explicado que era amigo del expresidente madrileño Ignacio González, con quien mantuvo varias conversaciones pinchadas en el caso Lezo (en el que está imputado) que hoy ha relatado ante el juez del caso Bárcenas, José de la Mata.

González le contó, según la versión del testigo, que Lapuerta le dijo que las adjudicaciones las controlaba el PP de Génova y, cuando pasó a ser vicepresidente madrileño en 2003, el extesorero intentó hacer lo mismo con las adjudicaciones públicas de la Comunidad de Madrid.

Lapuerta incluso llegó a sacar una placa de policía al expresidente madrileño amenazándole de que le podía detener, pero, según le relató González, no cedió a sus presiones e incluso se las comunicó a la entonces presidenta Esperanza Aguirre, quien intentó mediar.

Así, según ha explicado hoy Moro, González consideraba que había una especie de pugna por controlar las adjudicaciones entre la tesorería nacional y, o bien la regional, o bien las propias consejerías madrileñas.

Hoy también ha comparecido el exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega, que ha ratificado ante el juez De la Mata su declaración como acusado en Gürtel en la que dijo que Lapuerta le llamó para que favoreciera al empresario Joaquín Molpeceres, que aparece como donante del PP en los papeles de Bárcenas.

Él, ha dicho hoy al magistrado, no accedió a la petición de Lapuerta y por ello cayó en desgracia.

Las declaraciones de Moro y Ortega se han producido a petición de la acusación que ejerce IU y con ellas se cierra esta ronda de comparecencias de cinco testigos esta semana.

Ayer declaró como testigo el ex director general Calidad Ambiental de la Comunidad Ignacio López-Galiacho, imputado en Lezo, y Pedro Catalina, quienes dijeron desconocer por qué Rafael Palencia (empresario que afirmó en una grabación que había pagado comisiones ilegales al PP) explicó que María Paz González (exviceconsejera de Medio Ambiente) le había dicho que se reuniese con "un tal Ignacio" (presuntamente López-Galiacho) y con "Pedro Catalina".

Sí que admitieron que quizá pudieron reunirse en alguna ocasión con Palencia, si bien no precisaron cuál fue el motivo de la reunión.