Antonio Díaz se afanaba a media mañana de ayer en los preparativos del monumento de la parroquia de La Concepción de La Laguna. Lleva unos 30 años al frente de esta composición de arte efímero, aunque su colaboración altruista en esos trabajos empezó desde niño. "Se intenta sacar las mejores piezas de plata y de valor del templo", explica sobre uno de los aspectos esenciales de estas obras realizadas en tributo a Dios.

Es la Concepción una de las principales iglesias de Aguere y en ella, señala Antonio, se ha buscado el mantenimiento de la tradición local. Su previsión era que hoy, Jueves Santo, en torno a las 14:00 horas estuviese finalizado el trabajo, que actualmente se realiza en el presbiterio, si bien en épocas anteriores pasó por las dos naves laterales. Él y varios colaboradores deben cumplir con diferentes tareas: los candelabros, las velas, las flores... y que todo quede con el buen hacer de siempre.

Durante los últimos días, casos como ese se han repetido en otros templos laguneros y de otros municipios. Un ejemplo se encontraba también este miércoles en Santa Cruz, donde los colaboradores parroquiales de la Concepción apuraban las últimas horas para tener a punto la orfebrería: obras de plata labrada como blandones, candeleros, candelabros, ánforas atriles, fuentes, doseles, mangas, guiones, estandartes, cirios... que entre los arreglos florales constituirán desde esta tarde los tradicionales monumentos. La parroquia chicharrera era un continuo ir y venir. Unos, arreglando los pasos; otros, preparando estas obras de fe. Su párroco, Mauricio González, destacaba el esfuerzo de más de un centenar de fieles que se entregan a estos preparativos. Han sido semanas dejando a punto la plata. En el caso de la Concepción sufre leves variaciones respecto a ediciones anteriores, precisa González, pues el elemento central que lo preside es el trono de la Custodia del Corpus Christi, una joya de la orfebrería.

En el caso de la capital, otro templo de obligada visita para los amantes del arte es San Francisco, donde el equipo de Jacinto Barrios busca siempre sorprender con su monumento. La Orden Tercera o El Pilar son otros referentes en las "siete visitas", sin olvidar San Antonio de Padua, en Las Retamas, con sobriedad y elegancia que auspician un ambiente de oración, posible gracias a ese fervor de los voluntarios que, al final, se acaba convirtiendo en arte.